Capítulo XVII

50 14 4
                                    

¿Fuego en las palabras?

Domingo 10 de febrero

He pasado los días aprendiendo de mí y de mi magia. Ya puedo controlarla mejor y eso se siente muy bien.

A pesar de que todo parece ser bueno tengo el presentimiento de que algo malo pasará.

Por el momento pienso que es hora de hablar con mis padres no biológicos, no sé que les diré, pero es lo correcto, espero...

Sigo con las pesadillas, son tan constantes que no me dejan dormir, solo me estresan.

Empezará a amanecer dentro de poco, así que me daré un baño, eso tal vez me relaje.

Mientras me ducho puedo escuchar como las aves empiezan a cantar y las odio. No me gustan el sonido que hacen, ¡es tan agudo! Mi queja hacia los pájaros me hace percibir un olor raro, pero tal vez solo es mi imaginación.

El agua empieza a caer demasiado caliente.

«Joder, ¿por qué?», me quejo mentalmente.

Intento componerla, pero me es imposible, entre más lo intento más cae caliente. Quería agua fría, pero parece que no se me cumplirá ese deseo. ¡Es el colmo!

Salgo en bata del baño con bastante calor cuando:

—¡Fuego! —gritan abajo.

—¿Fuego? —grita alguien más.

Salgo y veo todo lleno de humo, bajo las escaleras para ver que pasa, a mí lado llegan todos: Ignus, Alex, Brenda, Alissa y Oliver. Karyn es la que avisó del fuego, entonces... ¿Neizan?

La sala está prendida en llamas altas que consumen todo a su paso. Pronto la cocina también, empezando a caer fragmentos del techo.

Todos, con magia en forma de escudo se protegen y a la vez también cubren a Alissa, que es la única aquí que no tiene magia.

—¡Salgan! —grita Ignus.

El fuego llega a las escaleras.

—¡Neizan! —grito sabiendo que aún no hay señal alguna de él—. ¿Alguien lo ha visto?

—No, sigue en su recámara —contesta Karyn.

—Voy a sacarlo de ahí...

—¡No, Nila! —me interrumpe Ignus.

—Es peligroso —grita Oliver.

—¡Y por eso lo voy a sacar de ahí! —le grito exaltada.

—Tú no irás, iré yo —me toma del hombro Ignus.

Entre Alex y Oliver me sacan del lugar, evidentemente yo me opongo. Karyn protege a Alissa de lo que va cayendo y Brenda... ella solo sale de ahí tranquilamente.

Los segundos que parecen ser infinitos pasan y ellos no salen.

—¿Por qué no salen? —grito desesperada mientras Alex me detiene del brazo.

—¿Y sí echamos agua del mar? —sugiere Alissa.

—¿No se dieron cuenta? —cuestiona Brenda—. Es fuego mágico.

—¿Cómo? —le cuestiono.

—Sí, está siendo invocado por alguien... Alguien controla ese fuego.

Mi mente se queda paralizada por un instante. Alguien quería matarnos a todos... ¿Ahora quién?

Los minutos han pasado y ni Ignus o Neizan salen. Me desespero y me suelto del agarre de Alex quien junto a Oliver me persiguen. Al cruzar la puerta un pedazo de algo cae delante impidiendo que ellos pasen y dejándome encerrada.

Diario del PlacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora