Capítulo XVIII

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Lo que somos y lo que soy

Sábado 30 de marzo

Neizan no regresó.

Es raro pensar que extraño a alguien, nunca lo había hecho.

Ignus reconstruyó la casa, la hizo más bonita y moderna. Mi recámara la hizo muy grande y dejó que yo la decorara.

Alissa cumple años hoy, creo que merece que le haga una fiesta como ella lo hizo conmigo hace casi dos meses en mi cumpleaños. Karyn me ayudó con todo esto de la fiesta, porque yo no sé nada sobre eso y ella fue por el pastel. Alex ayuda a decorar. Oliver cocina y Brenda no está. Para que Alissa no viera nada la hemos mandado a traer la despensa de la semana, para que se tarde.

-Traje un paquete de velitas pequeñas porque no sé cuantos años cumple -dice Karyn mientras va entrando con el pastel.

-Sí, por cierto, ¿cuántos años cumple?

Todos me miran a mí. Es cierto, no lo sé.

-No sé, supongo que diecisiete. Parece de esa edad.

-¿Le estamos organizando a Alissa una fiesta sorpresa de cumpleaños sin saber cuántos años cumple? -pregunta entre risas Alex-. ¿Cómo es que nadie le ha preguntado? ¡Somos malos amigos! -ríe suavemente.

Oliver pone en la mesa una gran charola con comida.

-¡Estamos listos! -dice Oliver, orgulloso.

Todos miramos, se ve delicioso. Alex estaba a punto de agarrar uno de los chocolates cuando:

-¡Ahí viene! -grita Karyn mientras se asomaba por la ventana.

Todos nos escondemos. Alissa entra, y con una sonrisa mira todo el lugar decorado con globos de varios colores (no sabemos cuál es su favorito, por eso hay de varios), sobre la mesa el pastel, la comida y una gran jarra de zumo de naranja.

-¡Sorpresa! -gritamos todos de forma desigual.

-¡Oh! ¡Chicos! ¡No se hubieran molestado! ¡Son maravillosos! -dijo Alissa entre lágrimas de alegría mientras todos la abrazaban.

-Sí, bueno, tenemos una duda -dijo Alex en forma pensativa mientras rodeaba la mesa y tomaba el paquete de velas-. ¿Cuántos años cumples? -soltó una risilla nerviosa.

Ella lo miró y soltando una bella risa dijo:

-Cumplo diecisiete años.

-¡Estás anciana, definitivamente! -concluyó Alex.

Las risas inundaron el lugar. Alex decía muchas cosas graciosas y hacía tonterías sin parar, es algo torpe por lo que es aún más agradable.

Ignus llegó, también felicitó a Alissa y luego dijo que tenía que descansar, «¿de qué?», no lo sé.

No sé que decir en un cumpleaños, mejor, saldré a meditar que debo decirle a Alissa hoy. Ella es agradable y hace toda clase de cosas lindas que jamás podré entender. Debo esforzarme.

El viento en la playa sopla mucho, este lugar no es muy cálido que digamos. El viento parece jugar con mi cabello, revolviéndolo. El sol se está escondiendo ahora, el primer lucero ya apareció.

Por un instante siento que alguien me observa. Volteo y nada, son árboles y palmeras moviéndose súbitamente al compás del viento. Regreso mis ojos al mar para ver las intranquilas olas moverse esperando que no me empapen.

-¿Por qué te apartaste? -habló una voz.

Lo miro, es Alex, viene con dos vasos llenos de zumo de naranja. Me da uno a mí.

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