Capítulo 41

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Mientras Tsuyu se recuperaba, Tokoyami cuidaba de sus hijos. Él toma un álbum de fotos y se sienta en el suelo junto a sus niños. Kasstaro y Machiko se acercan a su padre para ver el álbum mientras los gemelos estaban sentados frente a su padre chupándose los dedos.

—¿Qué es eso, papi? — le preguntó Machiko.

—Esto es el álbum de fotos de ustedes— respondió Tokoyami— ¿ves esta pancita? — señaló Tokoyami una foto donde aparece Tsuyu embarazada. —Eres tú, Machiko.

—No, esa es mami— señaló Machiko.

—Es mami, pero tú estás dentro de mami— señaló Tokoyami.

—¿Mami me comió? — preguntó Machiko llorando.

—No, no te comió— dijo Tokoyami, secándole las lágrimas— Tú estabas en la panza de tu madre— muestra una ecografía— esta eres tú dentro de mami.

—¿era negra? — le preguntó Machiko.

—No, es que eras muy pequeñita como para verte a color— dijo Dark Shadow.

—Papi estaba muy nervioso, no sabía como ser un buen padre...— expresó Tokoyami.

—¿Papi me odia? — le preguntó Machiko.

—Tenía miedo por mi mismo, pero cuando te cargué por primera vez en mis brazos y vi lo hermosa que eras, supe que tenía una princesa en mis brazos— señaló Tokoyami.

—¿en serio? — preguntó Machiko con una sonrisa.

—sí, eres mi hermosa princesa, y ninguna otra persona podrá remplazar el amor que siento por ti— dijo Tokoyami tocándole los cachetes— exceptuando tu madre, ella empata contigo— le guiña el ojo.

—¿y conmigo? — le preguntó Kasstaro.

Tokoyami le muestra las fotos del embarazo de Tsuyu con Kasstaro y su ecografía. Machiko comienza a burlarse.

—Eras un cabezón— señaló Machiko riéndose.

Kasstaro le saca la lengua y abraza a su padre.

—Cuando naciste, tuviste problemas para adaptarte a este nuevo mundo, mami y yo te visitábamos mientras te preparabas— explicó Tokoyami de una forma comprensible— no sabíamos cómo reaccionarias, pero al final demostraste ser un niño fuerte.

—¿él fuerte? — preguntó Machiko.

—tu hermano es especial, por eso Hawks lo quería, porque sabía que Kasstaro era un niño fuerte— señaló Tokoyami.

Kasstaro se pone feliz mientras Machiko se cruza de brazos y jala el brazo de su padre insistiéndole en que le dijera mas elogios a ella. Los gemelos aplaudían y reían mientras veían a sus hermanos mayores discutir. Tokoyami solo sonreía sintiéndose afortunado de la familia que tenía y que no pudo haber pedido algo mejor.

Mi futuro contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora