Capítulo 20

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*Narra María*

-Oye María, tu teléfono no ha parado de sonar desde que has llegado. Deberías ver quién es, quizás es importante.-dice mi mejor amiga.

-Gracias por avisarme, Marta.

Estábamos en la cocina hablando, y ni siquiera me percaté del sonido. Me dirijo al salón, y cojo mi móvil del bolso. 50 llamadas perdidas, y 120 mensajes de Samuel. Una llamada nueva entra, pero cuelgo. No quiero hablar con él. Apago el teléfono, y lo vuelvo a dejar en mi bolso.

-¿Quién era?-pregunta Marta, cuando regreso a la cocina.

-Samuel.

-María, quizás deberías de hablar con él. Es el padre de tu hijo.

-No Marta, ahora no puedo. Ni siquiera sé, a dónde ir.

-Tranquila, puedes quedarte el tiempo que necesites aquí. Ya sabes que tú, eres como mi hermana.

Me levanto de mi asiento, y la abrazo. Ella deja dos platos en la mesa, y yo le ayudo a colocar lo que queda. La verdad, es que lo que ella ha preparado huele delicioso y estoy hambrienta. Comenzamos a comer, mientras ella me cuenta algunas novedades.

*Narra Samuel*

Mierda, mierda y más mierda. Ya no sé por dónde buscarla, ni siquiera me coge el teléfono. ¿Qué hago? Tengo que explicarle, todo lo que pasó. La chica, que era mi exnovia, me besó sin yo quererlo justo cuando María entró. Joder, maldita sea.

Cojo las llaves de mi coche, y salgo por toda la ciudad a buscarla. Ha empezado a llover fuerte, y ella tiene su teléfono apagado. No quiero que nada le pase, tengo que encontrarla. La necesito, la añoro. Trato una vez más, de llamarla, pero nada. Teléfono apagado. No sé por dónde buscarla ya, me estoy volviendo loco.

Vuelvo a casa rendido, llevo horas buscando con el coche por toda la ciudad. En su oficina, dijeron que se había ido temprano para ir al médico. ¿Estará bien? Madre mía, soy un imbécil. No debí de abrirle la puerta, a mi exnovia. Ya sabía yo que no venía en son de paz, pues ella provocó todo esto.

Tiro las llaves a la mesa del salón, al igual que mi cartera, trato de hacer una nueva llamada y nada. Lanzo el móvil enfadado, me llevo las manos a la cara. Dios mío, ayúdame. Ayúdame a encontrarla. 

Una llamada entra en mi teléfono, corro a cogerlo, es Marta la amiga de María.

-¿Marta? ¿Dónde está María? ¿La has visto? Dime que sí, por favor. Estoy desesperado-le digo.

-Tranquilo Samuel, está aquí conmigo-dice ella. Yo suspiro aliviado, está a salvo-Estoy realmente enfadada contigo, te dije que la cuidaras. Y tú vas como idiota, a besar a otra.

-No no no, Marta. Yo sólo quiero a María. Fue ella quien me besó, yo la empujé corriendo. Tienes que creerme.

-No es a mí, a quien le tienes que decir eso. Yo solo te llamo, para que supieras que ella está bien. Pero si la quieres, lucha por ella.

-Lo sé, muchas gracias por llamar. Cuídala por favor, haré lo que sea para recuperarla.

-De nada Samuel, ánimo.

Cuelgo el teléfono, y me relajo un poco. Está sana y salva, pero aún tengo que recuperarla como sea. Como si tengo, que bajar la luna para ella.

Mi querido Gamer.... (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora