Abro la puerta, justo cuando Samuel iba a tocar al timbre. Está muy guapo, siempre con su sonrisa radiante.
-¿Nos vamos?-dice él, tendiéndome su mano para que la tome.
-Claro.-respondo, mientras cierro la puerta, y tomo su mano.
Es raro, nosotros no somos nada. Comenzamos a andar hacia el ascensor, él mete la llave para ir al garaje, y bajamos. Allí, me abre la puerta de su coche, y la cierra cuando entro. Él rodea el coche, y cuando entra, me dedica una sonrisa. Me permito mirar su perfil mientras conduce, es perfecto. ¿A qué quiero mentir? No soy capaz de sacarlo de mi cabeza, desde que lo conocí.
-¿Tan guapo soy?-dice él, mierda me ha descubierto.
-No te estaba mirando.
Nos echamos a reír, estoy segura de que estoy roja como un tomate. Llegamos al restaurante, y el vuelve a abrirme la puerta, para que baje. Vuelve a tomar mi mano, adentrándose al restaurante. El mesero, nos lleva a una mesa en la terraza apartada de las demás.
Nos dio la carta, y después pedimos lo nuestro. Trajeron un vino, y nos lo sirvieron. El ambiente, era precioso con las velas que estaban en la mesa. El mesero, dejó nuestros platos, y comenzamos a comer, mientras hablábamos. Él era increíble, y super atento.
Cuando terminamos, tuvimos una mini pelea por ver quién pagaba. Aunque al final, ganó él. Salimos del restaurante, y subimos al coche. Él condujo de nuevo a casa, y al llegar, subimos al ascensor. Estábamos muy juntos, pero calladitos.
Samuel se gira hacia mí, y comienza a hacerme retroceder. Choco contra la pared, nuestras respiraciones se chocan. Apoya sus manos en la pared, dejándome sin salida.
-Sé mía-susurra contra mí.
Me quedo callada, no me salen las palabras. Junta nuestros labios, y al instante le respondo. Paso mis manos por su cuello, para profundizar el beso. Pero las puertas se abren, y él se va dejándome allí. Con los labios latiendo por el beso, y sonrojada a más no poder. No entiendo nada, ¿por qué se va?
Empiezo a pensar, que él está jugando conmigo. Porque no veo esto normal. Primero me besa, y después huye como cenicienta. Salgo del ascensor, con la esperanza de que él esté fuera, y todo esto sea una broma. Pero no, él ya se ha metido en su piso. Me planteo la idea de tocar a la puerta, aunque quizás es mejor dejarlo así.
Entro en mi piso, dejo el bolso a un lado, y me dejo caer en mi cama. Tengo la cabeza hecha un lío, pero prefiero dejarlo todo a un lado. Me quito la ropa, el maquillaje, y me pongo el pijama. No soy capaz de conciliar el sueño, sólo doy vueltas por la cama.
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Mi querido Gamer.... (SIN EDITAR)
De TodoMaría, una chica de 22 años. Alta, morena y de ojos marrones. Una chica normal, como las demás. Trabaja en un starbuck, junto a su mejor amigo. Y también dónde le conoce a él, el amor de su vida. Samuel de Luque, un youtuber exitoso que acaba de lle...