*Narra Samuel*
Abro un poco los ojos, y estiro mi brazo buscándola. La cama está vacía. Termino de abrir los ojos, y la veo. Mi hermosa esposa, está en el balcón contemplando París. Lleva mi camisa puesta, y su pelo recogido en un moño desenfadado. Me levanto de la cama, me coloco mis bóxer y la rodeo con mis brazos. Pongo mis manos sobre su vientre, y beso su mejilla.
-Está usted espléndida esta mañana, señora De Luque-ella gira entre mis brazos, y me besa.
-Usted también, señor De Luque.
-¿Te gustó, el día de ayer?-le pregunto.
-Por supuesto que sí amor, me encantó. Muchísimas gracias, te amo.
-Yo también te amo, mi vida-acaricio su mejilla, y le beso.- Ahora vamos a prepararnos, para desayunar e irnos a Disneyland.
-¿Es enserio?-asiento, y ella comienza a saltar emocionada.-Wiiiii
La tomo en brazos, y comienzo a girar mientras ella ríe. Cuando la vuelvo a dejar en el suelo, corre hacia el baño y comienza a ducharse primero ella. Saco la ropa de nuestras la maletas, y las coloco. Ella no tarda en salir, rodeada en una toalla. Me acerco, y la tomo de la cintura.
-Quizás, podemos quedarnos aquí juntitos-le digo, juntándola a mi.
-Nooo, amor yo quiero ir-contesta.
Comienzo a besarla, pero me separa de ella empujándome hacia el baño. Río, y comienzo a ducharme mientras tarareo una canción.
*Narra María*
Me visto con un vestido floreado, y arreglo mi cabello. Samuel sale del baño, con una toalla rodeando su cintura. Su torso está mojado, y de su cabello caen gotitas. Me guiña el ojo, coge su ropa, y vuelve hacia el baño.
Cuando termina, entrelazamos nuestras manos y bajamos al buffet. Cogemos lo que deseamos, y nos sentamos a desayunar. Después, nos dirigimos al coche que hemos rentado, y Samuel conduce hasta Disneyland. Estoy realmente emocionada, aunque lo malo es que no podré subirme en casi ninguna atracción.
Entramos cogidos de la mano, vamos echando un vistazo a todo. Es impresionante, siempre soñé con venir aquí. Mientras él se sube a algunas atracciones, yo como alguna que otra cosa. Algo he de hacer, o me aburro. Después entramos a una de las tiendecitas, esto es un paraíso de disfraces para niños.
-Mira cariño, es perfecto para la bebé-dice señalando un disfraz, de bella.
-Pero Samu, es muy grande y no ha nacido aún.
Se encoge de hombros, y lo coge para comprarlo. Cuando termina, vuelve a coger mi mano y continuamos paseando por el parque. Vemos algunos de los desfiles, y paramos también a comer en el restaurante.
(...)
-Samu...-le llamo. Estamos de nuevo en el hotel, tumbados juntos. Nuestras piernas están entrelazadas, y él tiene apoyada su cabeza en mi pecho mientras acaricia mi vientre.
-Dime, amor.
-Prométeme que si pasa algo en el parto, vas a cuidar de ella. Si dicen que sólo pueden salvar a una de las dos, tu debes elegirla a ella. Y si muero allí, prométeme que reharás tu vida junto a ella.
-Amor, ¿por qué dices eso?-responde, y levanta su cabeza para mirarme.
-Promételo Samuel, sólo promételo.
-Te lo prometo. Pero no digas eso, no os va a pasar nada a vosotras. Yo estoy aquí, para protegeros.
Sube hasta mis labios, y los besa delicadamente. Acaricio su pelo, y su espalda ancha desnuda. Él baja sus besos por mí cuello, y por todo mi pecho. Robándome algún que otro suspiro. Lo atraigo de nuevo a mis labios, y acaricio su abdomen. Ambos nos dejamos llevar por la pasión, uniéndonos en un solo cuerpo. Amándonos, como solo nosotros sabemos hacer.
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Mi querido Gamer.... (SIN EDITAR)
CasualeMaría, una chica de 22 años. Alta, morena y de ojos marrones. Una chica normal, como las demás. Trabaja en un starbuck, junto a su mejor amigo. Y también dónde le conoce a él, el amor de su vida. Samuel de Luque, un youtuber exitoso que acaba de lle...