Capítulo 27

806 44 3
                                    

*Narra María*

Me preparo para ir a cenar con mis suegros, además habrá otros familiares de Samuel allí. La cajita con los zapatitos rosas, ya está preparada. Me pongo mi vestido negro, de manga tonta y unos zapatos planos. *foto multimedia* Dejo mi pelo ligeramente ondulado, y me maquillo un poco.

-¿Nos vamos?-pregunta él, cuando llego al salón.

-Sí, ya estoy lista.

Cojo mi bolso, con la sorpresa dentro y nos vamos. Mis suegros, nos reciben con los brazos abiertos y están entusiasmados por el bebé. En el salón, hay varias personas que no conozco. También una chica de mi edad, que no tarda en correr hacia los brazos de Samuel para abrazarle.

-¿Quién es ella?-le pregunto en un susurro, a mi suegra.

-Es una exnovia, sus padres son amigos nuestros y les hemos invitado. Si te molesta, dímelo. Aquí lo importante sois tú, y tu bebé.-responde, mientras me abraza.-Venga, a sentarse todo el mundo.

Terminamos de saludar a los demás, y tomamos asiento. La chica se ha sentado al lado de Samuel, yo al otro lado y mi suegro a mi lado. Comenzamos a cenar, mientras la chica no deja de coquetearle a él. Samuel no hace nada, me tiene ya de los nervios. No pronuncio palabra alguna durante la cena, sólo puedo observarles a ellos. Ella no deja de coquetearle, y él parece encantado.

-Lo siento, me retiro de la mesa-digo, levantándome.

Salgo de la casa, no me gusta nada esa situación. Parecía que yo no existía, parecía como si ellos fueran la pareja que espera un bebé. Me quedo frente a la casa, tomando aire. 

-¿Estás bien, cielo?-dice mi suegra.

-Lo siento mucho, esa situación me sobrepasa-contesto.

-No te disculpes, la verdad es que ella se está pasando. Pero tú tranquila, Samuel sólo te quiere a ti-dice abrazándome.

-Necesito dar un paseo, y despejarme. Por favor, pídeles perdón de mi parte a ellos por irme.

-No te preocupes, ellos entenderán. Ten cuidado, y no vuelvas tarde. No debes esforzarte, cielo.

Comienzo a caminar, sin rumbo alguno. Sólo necesito despejarme, y relajarme un poco. Me siento en un parque, y acaricio mi vientre pensando en mi pequeña. Ella es mi pilar, es mi ilusión más querida. Las horas pasan y pasan, ya he perdido la noción del tiempo.

Me levanto del banco, y me dispongo a volver a la casa de mis suegros. Hace frío, y no he traído chaqueta. Toco al timbre, y abre mi suegro quien no tarda en abrazarme.

-Toma María, debes de tener frío.-dice dándome su chaqueta.

Entramos, y veo a Samuel junto a mi suegra sentados juntos en el salón. Al parecer, ya se han ido todos los familiares.

-¡¿SE PUEDE SABER DÓNDE ESTABAS?!-dice Samuel, cogiéndome del brazo.

-Déjame en paz, Samuel. No quiero hablar contigo.

-NO, NO TE VOY A DEJAR. ¡¿DÓNDE ESTABAS?! ¿CON OTRO? ES ESO, ¿NO? ESTABAS CON OTRO-levanto mi mano, y la impacto en su mejilla.

-¡A MI NO ME HABLES ASÍ, CUANDO ERAS TÚ EL QUE ESTABA CON LA CHICA ESA QUE NO PARABA DE INSINUARTE Y TÚ NI MÚ!

-Ya está bien, María ven conmigo-dice mi suegra, tomándome de la mano. Me lleva hasta una de las habitaciones, y me sienta en la cama. Las lágrimas, ya han comenzado a caer por mis mejillas-Tranquila cielo, debes de tranquilizarte. Esto no le hace bien, al bebé.

Asiento con la cabeza, y ella me abraza acariciándome el pelo. Trae un pijama grande que era de Samuel, y me dice que me acueste. Le hago caso, el pijama huele a él. Lo que hace que derroche algunas lágrimas, pero debo relajarme. Lo último que quiero, es que le pase algo a la bebé. Doy suaves caricias a mi vientre, y poco a poco me voy quedando dormida.

Mi querido Gamer.... (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora