Mi querido Gamer.... (SIN EDITAR)

Capítulo 44

*Narra María*

-Ya llegué!!-grita, Samuel entrando a casa.

-Ya era hora, ¿dónde diablos estabas? Estamos hambrientas-le regaña Marta.

-Perdonadme, fui a comprar flores para mi hermosa princesa-responde, extendiéndo un ramo de flores para mi.

-Que cursi, a comeeeeeeer.

-Gracias amor, son preciosas.

Enrollo mis brazos en su cuello, y le beso. Él me sostiene por la cintura, y Marta hace sonidos de vómito. Nos echamos a reír, y nos sentamos todos juntos a cenar. Hablamos sobre a quién se parecerá Estefanía, si será como Samuel o como yo. Aunque seguro que será enterita a Samuel, será la niña de sus ojos. Su ojito derecho.

Cuando terminamos, Marta me ayuda a recoger todo y se despide de nosotros. Yo tomo mi pijama, y me doy una ducha mientras Samuel me espera preparando una película en la habitación. 

-Amor, ¿ya escogiste la película?-digo, mientras voy hacia la habitación. Pero no me responde.-¿Amor?

Veo que está dormido, y apago la televisión. Pobrecito, ayer lo había despertado por la noche y debe de estar agotado. Me tumbo a su lado, y en seguida su cuerpo busca el mío. Rodea mi cintura con su brazo, y yo beso sus labios.

(...)

-Amor, vamos a llegar tarde si no te apuras-dice Samuel, desde el salón.

-Ya estoy lista, quejica-digo, tomando mi bolso en la entrada.

Me mira sonriente, y besa mis labios. Hoy íbamos a almorzar con su familia, hace tiempo que no lo hacíamos. Subimos al ascensor, y él mete la llave para ir al garaje.

-Estas preciosa, con ese vestido amor-dice Samuel, acorralándome contra la pared.

-Si parezco una mesa camilla, Samuel.

-Para mí, estás muy sexy.

Besa mis labios, me guiña un ojo y después toma mi mano para ir al coche. Abre mi puerta, y la cierra cuando entro. Pone en marcha el coche, y deja una mano reposando en mi pierna mientras conduce. Aún recuerdo como si fuera ayer, la vez que tuvimos una aventura en el coche antes de estar embarazada.

#FLASHBACK#

Samuel había decidido llevarme a dar una vuelta en coche, ambos íbamos cantando casi a gritos. Estiro mi mano, y la coloco en su muslo. Acaricio su pierna, y voy subiendo hacia su miembro.

-No juegue con fuego, señorita-dice bajando mi mano. Me echo a reír, y vuelvo a subir la mano. Acaricio su miembro, por encima de la tela, con una sonrisa traviesa.-Joder María-gruñe.

Quito el botón de su pantalón, y lo bajo un poco junto a su bóxer. Libero su miembro palpitante, y lo acaricio de arriba a abajo. Él suelta suspiros, mientras se muerde el labio. Para en el semáforo, y yo aprovecho para besar sus labios.

-Joder, no voy a aguantar mucho más-dice él.

Quito mi cinturón, y me agacho un poco para lamer su miembro. Samuel suelta un gemido fuerte, y aparta mi pelo alentándome a seguir. Lo meto entero en mi boca, y voy de arriba a abajo. Noto como el coche para, estamos en un callejón. 

-Ven aquí-me toma por la cintura, y me sienta en su regazo. 

Nos besamos apasionadamente, mientras muevo mis caderas realizando una deliciosa fricción. Nuestras lenguas se mueven al compás, y nos vamos deshaciendo de nuestras prendas. Saca un preservativo de su cartera, y se lo quito de las manos para colocárselo. Alzo mis caderas, me siento en él.

Ambos soltamos un suspiro, Samuel agarra fuerte mi cintura y me alienta a moverme. Las ventanas se empañan, y el coche se mueve por nuestros movimientos. Me sostengo de su asiento, para poder moverme mejor. Él sube una de sus manos, para agarrar uno de mis pechos. Lo muerde, lo besa y pasa al otro. 

Nuestros labios entreabiertos, se tocan con nuestros movimientos. Nuestros suspiros, chocan en la boca del otro. Vuelve a tomar mis caderas fuertemente, y me sostiene mientras nos corremos. 

-Te quiero-dice juntando su frente, con la mía.

-Yo también te quiero, Samuel.

#FIN FLASHBACK#

-¿Amor, estás bien?-pregunta Samuel, moviendo su mano frente a mi cara.

-Sí, ¿por?-le respondo.

-Estabas como ida, como si estuvieras en tu mundo. Ni cuenta te has dado, de que hemos llegado.

Me echo a reír como una loca, mientras él me mira raro. Se baja del coche, y abre mi puerta. Beso sus labios dándole las gracias, y entramos a la casa de sus padres. Limpio mis lágrimas de la risa, y saludo a todos los familiares. Nos sentamos en la mesa, a almorzar mientras hablamos todos juntos. Alguno de ellos, me dan algunos regalos para Estefanía que abrimos allí.