Capítulo 21

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*Narra María*

Me levanto de la cama, con unas náuseas horribles. Corro hacia el baño, y vomito la cena de ayer. Si estuviera aquí Samuel, estaría a mi lado acariciándome la espalda. Sí, lo sé, no dejo de pensar en él. Enjuago mi boca, y salgo del baño hacia la cocina. En la barra, hay un ramo de rosas hermosas.

-La han traído para ti.-dice Marta, cuando me ve aparecer por la cocina.

Frunzo el ceño, y ella me señala que hay una tarjeta. La saco, y comienzo a leerla. "Mi dulce Princesa, lo de ayer fue una confusión. Te lo juro. Todo mi cuerpo y alma es para ti. Soy todo tuyo, yo sólo te amo a ti. Por favor, escúchame. Te ama, Samuel." Cuando termino de leer la tarjeta, unas lágrimas caen por mis mejillas. Marta me abraza, después de leer ella la tarjeta.

-Deberías escucharle, María.-dice.-Si no te convence lo que dice, vuelve aquí.

-Tienes razón, pero tengo miedo.

-No tengas miedo, yo te llevaré y me quedaré abajo esperando en el coche. ¿Vale?

Asiento con la cabeza, y comenzamos a preparar el desayuno. Tomo las pastillas que me mandó el doctor, y me pongo la ropa prestada de Marta. Tengo suerte, de que tengamos la misma talla. Ato mi pelo en una coleta, y cojo mi bolso. Bajamos al garaje, y nos subimos al coche. El día está muy lluvioso, y hay demasiado tráfico.

-Mejor nos desviamos, sino no llegamos nunca-dice Marta.

-Marta, el coche ¡EL COCHE!-grito, viendo como otro coche en dirección contraria se acerca.

Llevo mis manos a mi vientre, tratando de protegerlo. Pero no tiene sentido. Marta da un volantazo, y el coche choca con la parte de atrás. Cuando paramos de girar, nos quedamos calladas en shock. Abro mi puerta, y bajo del coche. Todo me da vueltas, y me siento en la acera. Ella no puede bajarse, le duele demasiado el cuello. Otro coche para, y corren a ayudarnos mientras llaman a la ambulancia.

-¿Estas bien?-me pregunta, una mujer.

Asiento con la cabeza, mientras ella me abraza. No la conozco, pero me dejo envolver por sus brazos. La ambulancia, llega junto a la policía. Me vuelven a preguntar, si estoy bien y yo sólo me limito a asentir. Cojo mi móvil de mi bolso, y marco el número de Samuel.

*Llamada telefónica*

-¿María? ¿Estás bien?-contesta él.

-Samuel, acabamos de tener un accidente. Necesito que vengas.-digo rápido.

-¿Tú estas bien? Dime dónde estas, voy corriendo.

-Sí estoy bien, estoy en el desvío de la autopista.

*Fin llamada telefónica*

Uno de los paramédicos, me revisa para ver que el bebé esté bien. Pero no hace falta ir hacia el hospital, estoy completamente ilesa. Bueno, estamos ilesos. Samuel llega al lugar, aparca a un lado y corre hacia mi lado. Me abraza fuertemente, y me derrumbo en sus brazos. 

-Tranquila, ya estoy aquí. Vámonos, no te dejaré sola-dice, consolándome.

Subimos a su coche, ninguno dice ninguna palabra. Nos retiramos del lugar, con el permiso de los paramédicos y los policías. Una grúa se está llevando el coche de Marta, mientras que ella va hacia el hospital. Cuando llegamos al piso, subimos a nuestra planta en silencio. Entro en casa, y me siento en el sofá.

-Mi vida-dice Samuel, sentándose a mi lado.-Perdóname por favor, yo no quiero nada con esa chica. Fue ella la que me besó, te juro que la empujé corriendo. Sólo te amo a ti, por favor créeme.

Se ha arrodillado en frente mía, mientras coge mis manos. Sus ojos están llenos de lágrimas, y algunas ya surcan sus mejillas. Le miro fijamente a los ojos, sé que dice la verdad. Limpio sus lágrimas, y le sonrío un poco. Me acerco un poco, y dejo un suave beso en sus labios.

-¿Me perdonas?-dice él.

-Sí, te perdono Samuel.

Me abraza, mientras me da las gracias sin parar. Permanecemos abrazados, mientras reparte besos en mi cabeza. Aunque trato de que no me abrace fuerte, no quiero que le haga daño al bebé.

Mi querido Gamer.... (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora