*Narra María*
Me despierto, rodeada por sus brazos. Tiene una mano, por dentro de mi camiseta, posada en mi vientre. Me giro como puedo, para quedar frente a frente, y comienzo a acariciar su mejilla. Sus labios, están entre abiertos y sus facciones están relajadas. Poco a poco, va abriendo sus preciosos ojos marrones. Esboza una sonrisa, y besa mis labios.
-Buenos días princesita-dice él.
-Buenos días, Samu
-Se lo decía a la bebé-ríe.
-Que malo, ¿y yo qué?-le digo, haciendo un puchero.
-Tú eres mi reina-Sonrío de oreja a oreja, y le beso.-Venga, vamos a desayunar y nos vamos a casa.
Se levanta, y me lleva a caballito hasta la planta baja. Sus padres han hecho el desayuno, y están sentados en la mesa. Sonríen al vernos juntos, y nos sentamos junto a ellos. Nos comentan, que iban a hacer un almuerzo con la familia. Para compensar lo del otro día, y para anunciar que viene una princesita a la familia.
Samuel y yo, abandonamos la casa de sus padres para dirigirnos a la nuestra. Queremos ducharnos, y arreglarnos. Tomo una toalla, y voy hacia el baño. Me permito relajarme un poco, bajo la lluvia artificial cerrando los ojos, el agua está calentita. Noto unos brazos rodearme la cintura, mientras me pega a su cuerpo.
-¿Estas bien, amor?-dice Samuel, susurrándome al oído.
-Sí, sólo estaba relajándome un poco-le respondo.
-¿Quieres que me vaya?
-No, quédate. Acompáñanos, por favor.
Me giro, pasando mis brazos por su cuello y le abrazo. Él acaricia mi espalda, mientras el agua cae sobre nosotros dos. Levanto la cabeza, y le beso. Se separa un poco de mí, y comienza a lavar mi cabello. Cierro los ojos, dejándome llevar por ese masaje. Si sigue así, me quedaré dormida de pie. Cambia el champú, por el gel y procede a lavar mi cuerpo.
-Es mi turno, amor-le digo, cuando termina.
Hago el mismo proceso que hizo él, y veo cómo cierra sus ojos. Tiene unas pequeñas ojeras, y una barba de pocos días. Cuando terminamos, nos envolvemos en nuestras toallas y él se queda dentro del baño. Yo me visto en la habitación rápido, y regreso al baño para peinarme. Samuel está dentro aún, terminando de afeitarse.
-¿Lista?-dice regresando, ya vestido.
-Estamos listas, venga vamos.
Me para antes de salir, y se agacha para besar mi vientre. Es tan tierno, lo amo. Entrelazamos nuestras manos, y bajamos hacia el coche. Estoy avergonzada, después de la escena del otro día. Y tampoco quiero ver a esa mujerzuela, si la veo la mato. Samuel da un apretón en mi rodilla, y me da una sonrisa tranquilizadora.
Abre mi puerta, y toma mi mano para bajar. Sus familiares nos reciben con los brazos abiertos, y yo me disculpo por lo del otro día. Me dicen que no pasa nada, que no me preocupe. De nuevo, la mujerzuela está allí. Lleva un mini vestido, que da mucho para la imaginación. Se acerca a Samuel, pero no le hace mucho caso. Maldita sea, apártate de él mujerzuela.
-Bueno familia, quería aprovechar la oportunidad para anunciaros que este bebé que lleva mi mujer en su vientre-esperen esperen esperen, dijo que soy su mujeeeeeeeeeeer. Toma esa, niñita.-Es una niña.
La cara de la mujerzuela, cambia de color rápidamente. Creo que no sabía que estaba embarazada, creo. La familia se levanta, y nos felicitan a los dos. Algunos acarician mi vientre, saludando a la pequeña. Después nos sentamos a almorzar, entre risas y alguna que otra historia.
-Si me disculpan, tengo que ir al baño-les digo, retirándome.
-Llámame, si necesitas algo amor-dice Samuel.
Me dirijo hacia el baño, para hacer mis necesidades y me lavo las manos. Cuando salgo, me topo con la mujerzuela.
-Aléjate de él, zorra-dice ella, acorralándome contra la pared.
-¿Perdón?-digo, tratando de alejarla.
-Estas advertida, él es mío. MÍO. No sabes de lo que soy capaz de hacer, bonita.
Ella se va, con su minivestido y sus tacones super altos. Me quedo allí, quieta. ¿Acaba de amenazarme? ¿Quién se cree? Ella si que no sabe, con quien se mete. Prefiero quedarme callada, pero a la próxima no se salva, no quiero hacer otra escenita frente a la familia. Vuelvo al salón, y me siento al lado de Samuel.
-¿Estas bien, amor?-dice él, susurrándome al oído.
-Sí, no te preocupes amor-le respondo.
Rodea mis hombros, acercando mi silla a la suya, y dejo mi mano sobre su muslo. Estamos en el postre, que ha hecho mi suegra casera. El chocolate del postre, hace que la bebé se mueva, y Samuel deja su mano para notar sus movimientos.
-Adiós chicos, tened cuidado y cuidad de la pequeñina-dice mi suegra, cuando subimos al coche.
Nosotros nos despedimos con la mano, y nos alejamos de allí. Me apoyo en la ventana, estoy cansada, y me estoy empezando a dormir. Noto que unos brazos me rodean, Samuel me está llevando a casa. Lo siguiente que noto, es la cama blandita y cómo me quita los zapatos.
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Mi querido Gamer.... (SIN EDITAR)
RandomMaría, una chica de 22 años. Alta, morena y de ojos marrones. Una chica normal, como las demás. Trabaja en un starbuck, junto a su mejor amigo. Y también dónde le conoce a él, el amor de su vida. Samuel de Luque, un youtuber exitoso que acaba de lle...