XXIV (Viginti Quattuor)

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Unas caricias por el cabello, hicieron cambiar de posición en la cama. Nuevamente volví a sentir el movimiento, instantáneamente abrí los ojos y no hay nadie en la habitación.

No recuerdo cómo caí a los brazos de Morfeo. Y ahora, estoy cubierta de una manta de colores – terciopelo – en la alcoba de Maggie, es confortable. Quizás mis llantos fueron desgarradores, es por eso que abandoné el área donde situaba diariamente Matt. Fue ahí donde ella dejó que durmiera una siesta, mientras iba a una reunión con unas amigas. Dejándome al cuidado de Celia – seguro fue quién acarició el pelo –, y por lo mismo no he oído voces o sonidos que quitaran el descanso. Sumando al vientre, por si fuera poco no podía estar desatándome cuando todo lo que sucede a mí alrededor le está afectando a su formación.

Al levantar, coloqué las zapatillas de lona – con detalles bordados por Mila –, me ha entrado el apetito, porque anoche apenas probé bocado y cuando he llegado aquí, he devorado todas las galletas. El limón es reparador para las náuseas, ahora necesitaba conseguir vitaminas y una hora con una nueva ginecóloga, debido a la situación de Apgar.

Ahora mismo debe estar odiándome.

- ¿Dónde he dejado mi teléfono? – pregunté a mí misma mirando el sitio – Debe estar en el salón.

Ingrese al baño, para peinar y quitar el mal aliento – limpié mis dientes con enjuague bucal – eso también incluía mis ganas de orinar.

Y hasta que nazca no dejare de estar aquí sentada sobre el inodoro.

Bajando las escaleras, escucho cuchicheos provenientes de la cocina. Es probable que el personal de servicio quiera consultar sobre que deseo cenar.

- Es imposible que ese bebé sea de Matthew – por la voz, intuí que era Dove – Seguro esa muchachita quiere dinero.

No necesito dinero, necesito apoyo y contención.

- ¿Por qué piensas eso? – Celia pregunta, probablemente enarcando una ceja – Su apariencia refleja a una chica con clase

- Porque es imposible – exclama, alzando un poco la voz – Podrá ser una niñata educada, pero por dentro se ve que es una arpía

¿Por qué está molesta? Apenas he estado aquí un par de horas, y ya estoy tildada como una cualquiera.

- Dove, desde que llegaste aquí te lo explique. Y más de tres ocasiones te advertí sobre la cercanía al joven Matt – reprendió la actitud de la joven mucama

- Yo debería ser la embarazada y estar dormida en su habitación, no ella con su cara angelical – Dove tenía la sangre hirviendo

Seguramente se besó con Matt. O tuvieron sexo casual.

- Por lo mismo, Matt nunca se fijó en una chica maleducada y soberbia como tú. Ahora sigue puliendo los cubiertos de plata – dice entregándole órdenes – Además, ella es nieta de la difunta mejor amiga de la señora Maggie – agrega para seguir rompiendo la cabeza a la muchacha

- ¿Esa vieja borracha? – mi abuela jamás fue borracha – Ella si estaba loca

- Es nieta de Camila Walker – por lo visto le refrescó la memoria.

- ¡¿Ella es nieta de la mujer que cocinaba las galletas favoritas de Matt?! – el grito engrosado de Dove, causo un malestar estomacal.

Carraspee para ingresar a la segunda zona más gigantesca del hogar, la cocina. Una mezcla americana, italiana e inglesa, favorecían todos los diseños de mármol y madera, creando una especie de palacio extraído de alguna fantasía turca o francesa.

Amelia Walker, Muerte© Parte 1  PRÓXIMAMENTE EN AMAZON (EBook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora