Capítulo 12

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-No, Levi no te atrevas - Hanji dijo casi al borde del pánico.



Pensaba en lo ridículo que era que a su edad tuviese que ocultarse como si estuviese cometiendo un delito.



-"Vamos Hanji es solo sexo, sé madura" - se repetía a sí misma, pero en cuanto Levi intentó decirle a Nanaba que la castaña estaba ocupada, ella había entrado en pánico.



-Aguarda, déjame salir para decirle que estoy bien - la castaña susurró.



-No, no te voy a dejar escapar - el muchacho habló en tono serio y se colocó entre las piernas de la chica.



-Hanji, no me obligues a forzar la cerradura - Nana insistió.



En ese momento Levi se introdujo sin mucha delicadeza dentro de la chica, ella tuvo que cubrir su boca, para que Nana no escuchara que no estaba sola.



-Es... Estoy bien, Nana - la castaña se las arregló para hablar.



Levi aguardó mientras Hanji hablaba y luego reanudo el ritmo de sus lentas, pero placenteras embestidas.



-Lo siento, nena, no quiero molestarte, es solo que Petra dijo... Bueno, estoy preocupada por ti.



La rubia se alejó de la puerta, tal vez estaba exagerando un poco, pensó que lo mejor sería retirarse y esperar a que Hanji decidiera hablar con ella.



Pero en ese momento escuchó una especie de quejido provenir desde dentro de la habitación, la rubia sabía que su amiga era testaruda y si se encontraba mal no se lo diría.



Dentro de la habitación, Hanji observaba hipnotizada, cómo se marcaban los músculos de los brazos tatuados del chico, cada vez que su cadera se alejaba para volver a chocar contra su piel.



No cabía duda, si Levi era sexy con ropa sin ella era irresistible, ni siquiera una chica tan distraída como ella había podido resistirse.



-Por favor... Sólo... déjame... ir... para que... sepa... que estoy... bien...



Aunque intentó disimular, la verdad era que al de cabello negro le encantaba ver la expresión en el rostro de la chica.



La forma en la que cerraba sus ojos con fuerza y remojaba sus labios, solo lo hacía desear escucharla gritar tan fuerte que el edificio entero escuchara la fantástica sesión de sexo que tenían.



-Se lo diré yo - Levi sonrió, pero Hanji hizo algo que él jamás imaginó.



-No - dijo y con desesperación le dio un empujón al muchacho y se situó sobre él.



Levi se sorprendió y se mantuvo estático ante la expectativa, quería saber cual sería el siguiente movimiento de su chica.



Y como si pudiera leerle la mente, Hanji se introdujo el miembro del muchacho tan profundo como pudo.



La sensación invadió el cuerpo completo de Levi que, apoyado en sus codos, lo único que pudo hacer fue inclinar su cabeza hacia atrás.



-¡Iré a tu habitación en un momento! - la castaña habló para que la rubia los dejase en paz.



-Está bien - Nana respondió dudosa.



La cadera de la chica inició su tímido y torpe movimiento, estaba un poco avergonzada porque era la primera vez que lo hacía y temía parecer demasiado inexperta frente al chico que lo había hecho mil veces.



Levi se recostó sobre su espalda y con sus manos ayudó a la chica a guiar sus movimientos, no deseaba ni siquiera parpadear, quería observar a esa hermosa chica cada segundo que fuese posible.

Todo comenzó con un plan [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora