Capítulo nueve.

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Soo Man había recibido distintos casos en los que se involucraba Park Jimin y siendo sinceros el hombre ya no sabía que hacer respecto a aquello.

Por ello llamó a Min Yoongi a primera hora de la mañana, el muchacho lucía cansado puesto que no había podido pegar un ojo durante tres días ya que la actitud de cierta persona le causaba mucha incomodidad.

Por mas que intentara sacar de su cabeza aquella tediosa voz dándole los buenos días y buenas noches, preguntándole si había comido bien e incluso si había tomado un baño, simplemente no era fácil.

Yoongi intentó darle su parado más de una vez pero el otro muchacho no sabía de límites en momentos como esos, su trabajo se había convertido en una total tortura gracias a él.

-¿Sabes qué se trae entre manos Park?, me cansé de revisar su historial, incluso mande a investigar a ambos padres y son normales e ingenuos, no entiendo porque últimamente muchas personas vienen a hablarme sólo de él, Min te voy a preguntar algo y tu responderás con total sinceridad, ¿Estás haciendo bien tu trabajo con el?

-Le puedo jurar que sí señor, yo solo opino que aquellos son chismes que quieren hacerme quedar mal delante de usted ya que todos saben la preferencia que tiene por mi, a parte, al ver que el chico esta bajando de peso con facilidad y los suyos se quedan estancados en el mismo peso, sienten envidia, señor, usted me conoce, yo sería incapaz de arruinar mi trabajo y este campamento, por el que usted trabajo por años.

El hombre se vio completamente convencido con aquellas palabras, por ello sonrió y le brindó al chico un whisky.

-Así es muchacho, tengo fé en ti y te quiero decir que tú serás el único heredero de todo esto, sabes mi situación, me esforcé tanto por esto que no tuve tiempo para el amor ni para hijos, pero... te conocí a ti, tú eres como un hijo para mi Yoongi, sigue mi ejemplo, ¿bien?

-Si señor, estoy muy agradecido con usted -dijo haciendo una reverencia- debo retirarme al trabajo.

-Espera -Soo Man se levantó de su lugar y caminó hasta una caja que llevaba candado- ya es tuyo muchacho, no tienes que venir a pedírmelo por lapsos de tiempo -dijo entregándole su celular- sólo se discreto, no quiero que los demás empleados sepan que te lo di a ti y no a ellos, confío en ti.

Yoongi se lo agradeció varias veces con un apretón de mano y se retiró del lugar para dirigirse a su cabaña.

Ahí se encontró con Jimin preparado para salir, pero su acción se vió interrumpida cuando vio que Yoongi entró.

-¿Por qué salió tan temprano hyung? -preguntó el chico curioso.

-Ese no es asunto suyo, dirígete a hacer tus ejercicios matutinos para que te vayas de una vez, gordo.

-Ya no estoy tan gordo hyung, ¿no lo nota?

-Já, y yo soy el gran G-Dragon. -comentó con ironía.

-Podría decir que son igual de delgados -dijo reprimiendo una risa- nah, el se ve mas alimentado.

Yoongi no se vio afectado en ningún momento por aquel comentario, mas bien logró causarle gracia debido a la risa de Jimin, y por primera vez notó que aquel chico le agradaba un poco por dos razones.

1) Por más que se metiera con su peso él siempre le contestaba con chistes.

2) No se encargaba de ofenderlo o maldecirlo como siempre lo han hecho los demás.

-Es muy hermoso hyung, aunque jamás lo he visto reír sé que debe verse como un ángel lo haría. -comentó antes de irse corriendo de la cabaña.

Aquello no estaba siendo fácil para Jimin, por más que sea él siempre ha tenido sus sentimientos y saber que estaría a punto de utilizar a una persona lo hacia sentir muy muy mal.

Con pesar sacudió su cabeza para poder sacar de ella aquellos pensamientos de culpa que lo abofeteaban una y otra vez con la intención de que se retractara y volviera al plan original, adelgazar y salir del campamento como alguien renovado.

Pero por más que pensara de esa forma no lo haría, se negaba rotundamente a dar un paso atrás cuando él podía ser quien salvara futuras vidas.

Por el resto del día se encargó de recolectar información, dándose cuenta que había llegado demasiado lejos, literalmente.

Estaba en una zona restringida, pero nada le detendría si de lo que creía hablaría el par que estaba al frente era sobre su difunto amigo BamBam.

-Me vas a decir por qué mierdas estás tan callada ahora mismo, Lisa. -vociferó Yugyeom sin soltar a la chica.

-Y-yo... conocía a BamBam... él y yo fuimos amigos, nació en Tailandia, como yo. -contestó Lisa tartamudeando.

-¿Y el que haya tomado la decisión de matarse tiene que ver contigo? -preguntó Yugyeom incrédulo. 

-Sí... -confesó la chica aferrándose a los brazos de Yugyeom comenzando a llorar.

-¿Qué?, ¿Por qué?, tú sabías lo mal que estuve culpándome por su muerte y no me dijiste nada. -dijo enojado mientras se zafaba de su agarre.

-Él gustaba de mi, Yugyeom, se enteró de nuestro amorío y reaccionó de esa manera... pude haberlo evitado, pero yo no tenía idea que él estaba aquí desde un principio. -confesó la chica honestamente.

Jimin estaba sorprendido, no podía creer las palabras de la chica, por ello se marchó entristecido, el tema le había caído de la patada, lo único que deseaba era estar junto a su madre y que esta le dijera que pronto las cosas estarían mejor, pero ella no estaba, solo se tenía a el solo.

-Debes ser fuerte Park Jimin, debes hacer lo que te propones -se dijo a sí mismo entrando en la cabaña completamente agotado- tal ves no estás del todo sólo. -dijo recordando a Seokjin.

Después de esa noche, las cosas cambiaron exageradamente, un día después Yugyeom no fue visto al igual que Lisa, por más que intentó encontrar pistas nadie lograba brindárselas, Min Yoongi se distanciaba cada vez más de Jimin y lo insultaba sin importar qué, logrando que este se hartara cantidades de veces.

Un mes mas tarde.

-¿Crees que por mejorar tu forma puedes saltarte tu entrenamiento? -le gritó Yoongi al menor, el cual se encontraba en su cama recuperándose de una pesadilla.

Jimin intentó contener las lagrimas en sus ojos, pero al volver la imagen de su amigo BamBam pidiendo ayuda a su cabeza era imposible intentar detenerlas, aquel sueño invadía su mente incontables veces.

-¿Estás bien? -preguntó Min sentándose en el lugar de Jimin.

-Yo... lo siento, debo darme un baño, disculpa.

Yoongi había escuchado los gritos del menor durante todo ese mes cada vez que el chico dormía, en más de una ocasión lo consoló estando dormido sin que este lograra despertarse, él jamás haría algo que afectara su trabajo, pero esta vez realmente fue imposible ver la imagen de Jimin indefenso con muchas lagrimas resbalar por sus mejillas.

Sin pensarlo dos veces tomó el cuerpo de Jimin y lo apegó al suyo para fundirse en un abrazo de consuelo, con sus manos dejo suaves caricias en su nuca.

-Si tienes miedo ahora es el mejor momento para desahogarte, no volveré a actuar de esta manera nunca más. -dijo Yoongi despegándose del chico para mirarlo directo a los ojos.

¿Estaría bien si lo beso?

Campamento para gordos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora