Capítulo veinte.

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—Maldición Yoongi, por favor dame más duro. —pidió el pelinegro apoyando su cabeza en la almohada disponible.

Yoongi aceptó aquella petición y tomó de los cabellos al chico fuertemente para poder seguir dando sus fuertes estocadas a una velocidad más rápida, su mano derecha paró a dar unas cuantas nalgadas para disfrutar como aquella zona se enrojecía, agotado fue disminuyendo el ritmo de sus embestidas.

—Me voy a correr... —advirtió el chico a la vez que se masturbaba aún más rápido.

 —Cambiemos de posición. —Yoongi se sentó en la cama y permitió que el contrario se sentara sobre su miembro, Yoongi se sentía extasiado con la imagen que veía en su cabeza, Jimin saltando su polla era lo mejor del mundo— mierda creo que también me vendré rápido —Yoongi posó sus manos en las caderas ajenas con tal de que aquello fuera más profundo, cuando llegó el inminente final solo pudo gritar un nombre — ¡Jimin!

Hoseok quedó estupefacto ante aquello, enojado con Yoongi se levantó de inmediato y lo escudriñó con la mirada.

—¿Jimin?, ¿piensas en él mientras tenemos sexo?, que te jodan. —le gritó mientras se ponía sus prendas, salió de esa habitación tan rápido que no le dio tiempo a Yoongi de defenderse.

Y es que el antes nombrado no podía sacarse a Jimin de la cabeza desde hace un tiempo, el estrés lo consumía poco a poco y tener sexo con Hoseok ya no lo aliviaba en nada, más bien empeoraba las cosas, deseaba tener a Jimin junto a él, pero aquello era técnicamente improbable debido a las circunstancias por las que pasaba y la manera de pensar, aquel era el punto más importante de todo aquello. 

Yoongi se dio un baño antes de salir de allí e ir directo a la cabaña en la que trabajaba, se encontró con la sorpresa de que allí ya no estaba Jimin ni sus cosas, todo el lugar estaba limpio y únicamente habitaban sus pertenencias personales, tal y como si allí no hubiese estado alguien más que él hace un día.

—¿Entonces eso fue todo? —se preguntó a si mismo mientras pensaba en que hacer para aliviar el dolor que ahora sentía, extrañaría despertar todos los días y observar el rostro de Jimin cansado, también extrañaría las pequeñas peleas que se transformaban en enormes y la vez que se besaron en su cama, todos esos detalles los extrañaría sin duda alguna, por ello salió de allí en busca del chico que había logrado entrar en su vida de manera poco armoniosa y sin buscar algo a cambio.

Mientras recorría todos los lugares habidos en el campamento se encontró con la grata sorpresa de que Jimin se encontraba camino a hablar con Soo Man pero alguien lo había detenido, y se trataba de Hoseok, aquello no le había gustado mucho, por ello se acercó a ellos sin ninguna pizca de delicadeza en su interior.

—¿De qué están hablando? —preguntó mirando a los ojos de Hoseok.

—Oh, yo solo le decía que debía tener cuidado a partir de ahora ya que será un motivador más para los obesos. —respondió con una falsa sonrisa en el rostro.

—Ya veo... ¿no te está molestando, cierto? —preguntó Yoongi ahora mirando a Jimin.

—¿Por qué me estaría molestando?, el no se llama Min Yoongi. —respondió mientras se retiraba, dando por terminada aquella conversación que para él, no terminaría llegando a nada.

Pero Yoongi no daba por terminada la charla, se dedicó a seguir a Jimin, dejando atrás completamente solo a Hoseok, el cual no hizo más que morderse la lengua e irse por ese día, pero una cosa estaba segura, el volvería.

—¿De verdad firmarás el contrato ya?, ¿Podremos hablar al menos?, no me ignores. —pidió Yoongi al notar que Jimin solo se aferraba a su maleta mientras miraba al frente.

—¿Acaso somos algo?, mira quiero que estés claro, si trabajo aquí, dudo que me permitan hablar contigo, sería sospechoso y tu gran jefe de seguro tomará represalias contra mi, espero que te alejes de mi, no somos amigos.

 —Tengo muy en claro que no somos amigos, ¿Acaso los amigos se besan? —dijo en voz alta deteniendo sus pasos, cuando Jimin escuchó eso hizo lo mismo y se devolvió hacia él.

—Todo eso fue una gran equivocación, ¿Podrías no gritarlo a los cuatro vientos como si fuera algo normal aquí?

—¿Equivocación? —preguntó irónico mientras reía, sus pies se acercaban cada vez más a Jimin, el cual seguía parado en el mismo sitio con un poco de miedo de las acciones del contrario.

—Si, una gran equivocación. Ahora por favor déjame seguir en lo mío.

—No Jimin, esto no se quedará aquí —susurró muy cerca de él— a penas estamos empezando. —finalizó, para así dejar ir al pobre Jimin, el cual estaba debatiéndose en su cabeza el cómo era que a penas iniciaba una etapa que el estaba dando por finalizada, su cabeza no ayudaba en nada debido a las palabras que le había dicho el pálido antes de retirarse con una sonrisa triunfante. 

Jimin no podía mantener sus pensamientos tranquilos cuando se trataba de Yoongi, desde que había vivido una experiencia íntima jamás experimentada, no podía sacárselo de la cabeza sin duda alguna, en más de una ocasión lo había protegido y de alguna u otra manera se sentía en deuda con él, Jimin como persona de corazón noble y de cerebro inteligente no planeaba terminar pensando en Yoongi cada vez que tenía oportunidad, aquello le molestaba bastante, y aunque en más de una oportunidad quiso dejar de verle de la manera en el que la veía, le fue imposible.

Mentiría si negara el querer besarle en sus labios y tocarle donde más lo deseaba, abrazarlo sin que se acabara aquello, fantaseaba con que ambos salieran del campamento y viviera una vida totalmente normal en el mundo exterior, hasta las ideas más descabelladas se reproducían en su cabeza sin terminarse, por los momentos era feliz con tan solo eso.

—Estoy aquí. Firmaré el contrato y esperaré sus instrucciones, señor. —dijo tal y como lo había planeado hace unas horas con Junmyeon.

Flashback

—¿Acaso enloqueciste?, no podemos simplemente matarlo, es obvio que tendrá otro sucesor, además de ser delito es pecado, en la autopsia se descubrirá que la causa de muerte es envenenamiento. —dijo Jimin preocupado de lo que decía ahora su mejor amigo.

—Te estoy diciendo que es nuevo en el mercado, muy famoso entre las personas que tienen poder.

—Aún así... es una muerte.

—Una muerte por el bien mayor, ¿o acaso quieres que más obesos sigan cometiendo suicidio? 

—¡Jamás! —dijo Jimin más que convencido.

—Entonces sigamos el plan tal y como lo establecimos.

Fin flashback

Jimin firmó el contrato bajo la mirada de Soo Man, sus manos temblaron un poco sin embargo pudo disimularlo un poco.

—Muy bien muchacho, ahora solo falta decirte el número de cabaña en el que te establecerás y que estudies el perfil de tu primer obeso, su nombre es Jeon Jungkook. —dijo entregándole una carpeta amarilla que contenía unos cuantos papeles dentro, sin dudas aquello sería una tortura para alguien como el.

Campamento para gordos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora