Jimin se preparaba para sus ejercicios matutinos, ya se había dado un baño temprano y encargado de secar su cabello para ir presentable al gimnasio del campamento, amaba ese lugar, solo existía un encargado para todos los obesos que se presentaban a hacer ejercicios, lo que significaba un poco más de libertad para él ya que a veces podía comunicarse con otros sin necesidad de ser regañado como siempre.
Se sorprendió cuando visualizó a BamBam en la caminadora viendo hacia la ventana con una mirada torpe, se acercó a él y lo saludó con una gran sonrisa en el rostro, siendo recibido igual, no sin antes estudiar el lugar y darse cuenta que el encargado estaba lo suficientemente lejos como para verlos a ambos hablar y llamarles la atención.
-¿Cómo has estado desde ayer? -preguntó Jimin al chico mirándole.
-Bien, pero hoy lo estoy más, mira ven –declaró BamBam para tomar la mano de Jimin haciendo que se acercará a él, se asomó en la ventana que había al frente y vio a una hermosa chica de cabello castaño y lindas mejillas dando clases de yoga a chicas y chicos obesos.
-¿Ella es la chica por la que estás aquí? –preguntó Jimin fascinado al ver a la muchacha.
-Así es, ¿No es maravillosa? –preguntó con un brillo en sus ojos sin dejar de observarla.
-Lo es, realmente es maravillosa, debe ser una muy buena persona a pesar de trabajar aquí. -contestó Jimin sincero.
-Se llama Lisa... y es realmente un ángel, es perfecta en todos los sentidos realmente.
Jimin sonrió ante las palabras de BamBam y volteó su cuerpo para vigilar dónde estaba el encargado, notando que éste estaba más cerca de ellos, prefirió guardar distancia entre él y el chico.
-Lo mejor es que dejemos de hablar por ahora, si el encargado nos ve de seguro nos irá mal, aquí son muy estrictos.
-Sí, tienes razón, seguiré en lo mio Jiminnie.
Jimin empezó a hacer ejercicio en la caminadora que se encontraba al lado de la de su nuevo amigo, durante todo el rato que estuvieron allí no volvieron a dirigirse la palabra, ya que al lugar había llegado otro encargado a vigilar a todos los presentes.
Después de hacer ejercicio en dicho gimnasio todos salieron dándole la oportunidad a otros de entrar, la gran mayoría fue por un poco de agua al gran comedor, a excepción de Jimin, el cual fue a su cabaña asignada por un cambio de zapatos, ya que esos le habían molestado todo el tiempo que estuvo usándolos en el gimnasio.
Se detuvo al escuchar que Yoongi estaba en el baño hablando por teléfono con alguien, con suma discreción se dispuso a oír de la conversación ajena sin ser atrapado por el mayor.
-¿Crees que hago esto porque me gusta?, no puedo salir de esto tan fácil mamá... sé que los chicos la pasan mal... no no no, así no funcionan las cosas... te olvidas del contrato que firmé, deshacerme de él no es sencillo, comprende.... bien...yo también te amo madre... te extraño mucho, cuida bien de papá, adiós.
Se escuchó un gran suspiro después de colgar la llamada, entonces Jimin supo que era momento de retirarse sin que el mayor notara que estuvo escuchando su llamada.
Cuando salió de la cabaña miró a todos lados y pensó que lo mejor sería irse al comedor, donde estaban casi todos en espera del almuerzo.
A lo lejos divisó a BamBam entrando en uno de los baños públicos del campamento por lo que supuso era su encargado, el chico se veía pálido y asustado.
Jimin a parte de ser extrovertido era muy curioso, por ende decidió seguirles y sin necesidad de entrar al baño se percató que el chico estaba siendo regañado de la peor forma.
-Ahora dime maldita bola de grasa, ¿Qué mierdas hacías con tantas barras de chocolate y de donde las sacaste? -le gritó despiadadamente.
-Y-yo...
-Pensé que eras inteligente, pensé que me libraría de ti lo mas pronto posible, pero veo que no, si sigues pesando como el maldito gordo de mierda que eres no lograrás nada, una vez salgas de aquí volverás a engordar y nadie te aceptará en ningún lado, las personas como tú no merecen amor ni cariño, ¿Entiendes?, si vuelvo a encontrar algo como esto no tendré piedad e iré directo con Soo Man debido a tu falta de cooperación, ¿entendido?
Jimin no podía creer que BamBam aguantará todos esos insultos por una chica que aún no sabe de su presencia, aquello era tan fenomenal, con lágrimas en su rostro prefirió no intervenir, porque por primera vez pensó en las consecuencias que no solo tendría él, si no que también Yoongi pagaría por su comportamiento y él no quería eso, no después de escuchar la conversación que tuvo con su madre hace unos minutos.
Era triste que su vida haya dado un giro tan grande, jamás se imaginó sufriendo de aquella forma a su corta edad, entonces lo supo, no solo los obesos la pasan mal por la presión del campamento, los empleados tal vez se sentían peor, ¿que ocultaba aquel contrato que firmaron?, no lo sabía pero moría por descubrirlo.
Las horas pasaron rápido y pronto se hicieron las siete, hora en la que todos debían ir a sus cabañas a descansar del árduo día de ejercicios que se suponía tuvieron todos.
Jimin como de costumbre se dió una ducha, mientras que Yoongi arreglaba uno de sus libros en un estante.
-Mañana revisarán toda la cabaña, espero que no tengas mierda guardada, si la tienes lo mejor será que te deshagas de ella. -declaró Yoongi sin mirar a Jimin.
-No la tengo, no volveré a hacer nada que nos ponga en riesgo.
-¿Nos?, ¿Ahora piensas en mi?, muy tarde Park, solo concéntrate en bajar toda la grasa que tienes por todos lados y vete de una vez, eres el gordo más fastidioso que me ha tocado. -dijo fríamente, queriendo herir al chico.
-Bien. -respondió antes de acostarse en su cama y cerrar los ojos, pensando un poco sobre todo.
Yoongi hizo una mueca y apagó las luces de la habitación individual para imitar las misma acción que el menor en su propia cama.
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Campamento para gordos.
FanfictionCuando su padre llega después de un año sin verlo, se preocupa por su salud ya que Jimin es obeso, por eso decide enviarlo a un campamento, sin revelar a la madre del menor el método que suelen utilizar en los chicos que sufren de sobrepeso para que...