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La casa de lo sagrado

Un nuevo caso ha tocado a nuestra puerta

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Un nuevo caso ha tocado a nuestra puerta. O algo por el estilo. Resulta que una mujer ha asesinado a un hombre sin motivo aparente para después entregarse ella misma a la autoridades y quedar en un hospital psiquiátrico. Es una mujer tranquila y extrañamente religiosa que no ha dado ni un solo problema. Lo que nos llama la atención es que se dice que ella andaba en "malos pasos" pero después de cometer aquel homicidio, cambió por completo, siendo el ejemplo de lo que sería una ser bondadoso.

Definitivamente hay algo raro en todo esto.

Sam ha salido a investigar a la mujer, yendo a verla en el hospital, solo que Dean fue visto en el noticiero en nuestra última cacería así que debía quedarse en el hotel. Decidí quedarme con él pero definitivamente no ha sido una buena idea luego de que este me esté ignorando olímpicamente en tanto escucha música a todo volumen con sus audífonos y está recostado en la maldita cama recibiendo un masaje gracias a una máquina que funciona con una moneda de diez centavos.

 Decidí quedarme con él pero definitivamente no ha sido una buena idea luego de que este me esté ignorando olímpicamente en tanto escucha música a todo volumen con sus audífonos y está recostado en la maldita cama recibiendo un masaje gracias a un...

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¿Qué clase de diversión es esta?

Cuando la puerta del motel se abre y veo entrar a Sam es que me siento aliviada de volver a tener su compañía. No pienso volver a quedarme con Dean cuando está así de aburrido.

— ¿Dean?— le habla Sam pero (como lo ha hecho conmigo) no lo escucha—. ¡Dean!— Sam lo golpea en la pierna haciendo que respingue por el susto.

— ¿Qué hay?— responde Dean gritando ya que su música es demasiado alta como para darse cuenta que no está hablando con tono normal. Dean vuelve a sumirse en la relajación de la vibración de la cama, haciendo muecas de satisfacción que hace que Sam dé un paso hacia atrás, frunciendo los labios.

— Detén eso. Me pones nervioso.

— Ajá.

— ¿Cuánto tiempo lleva así?— me cuestiona Sam en tanto camina al baño, parándose frente al lavabo y viéndome a través del espejo.

— Casi desde que te fuiste.

— ¿Te ignoró todo este tiempo?

Me encojo de hombros ya que es peor cuando él lo dice.

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