Abriendo el corazón
Hemos dejado atrás la tumba de Mary Winchester. Por segunda vez.
Ha sido una cacería demasiado rara ya que jamás imaginé la existencia de los zombies y ahora estoy más que segura de que los aborrezco.
Me mantengo en silencio en la parte trasera del recuperado Impala en tanto admiro la naturaleza que nos rodea hasta que de pronto Dean sale del camino y detiene el auto a un costado de la carretera, justo donde se puede observar la inmensidad del bosque. Pero dudo mucho que nos hayamos detenido porque el mayor de los Winchester quisiera admirar el paisaje y menos cuando se ha bajado sin decir ni una sola palabra y ahora lo veo sentarse en la parte delantera del Impala, con las manos dentro de los bolsillos de la chamarra y los hombros rectos a modo de tensión.
Sam me da una mirada antes de indicarme que salgamos. Así lo hago y quedamos uno a cada lado de Dean.
— Dean ¿qué tienes?
— Lo siento— le responde Dean a su hermano. Lo dice tan en serio que un escalofrío me recorre por los brazos.
— ¿Por qué?
— Por como he actuado— decido que esta es una conversación en la que no debo meterme; no cometeré el mismo error que antes así que camino hacia el auto de nuevo—. No Amber, quédate.
Dean no me mira pero cuando volteo hacia él no puedo evitar notar la tristeza que se refleja en sus ojos verdes, brillantes por la luz del sol que resplandece por todo el lugar.
— Y por papá. También era su papá y no está aquí por mi culpa.
Oh no. Ya siento el nudo formándose en mi garganta.
— ¿De qué hablas?— pregunta Sam con evidente confusión y yo tengo que cruzar los brazos para controlar mis emociones.
— Sé lo que has pensado; también yo lo he hecho. No hay que ser tan genio como para saberlo— Dean suspira antes de por fin mirar hacia su hermano—. Allá en el hospital, en recuperación, fue un milagro y en minutos papá murió y la Colt se fue.
— Dean...
— ¡No me digas que no hay una conexión ahí!— hay una pequeña pausa en la que tanto Sam como yo nos damos una mirada, una en la que compartimos preocupación por el hecho de que Dean al fin se esté abriendo a la muerte de John pero al mismo tiempo no sabemos cómo sobrellevarlo porque en realidad nunca creímos que Dean lo fuera a hacer—. No sé cómo llamó al demonio, no sé cómo sucedió exactamente pero él murió por mí y los tres sabemos eso— el hecho de que su voz sonara cada vez más afectada y que Dean también me incluyera en esto, me inquieta, al tiempo que me eriza la piel.
— No sabemos eso, no es seguro.
— Sam— Dean lo interrumpe—, tú y papá— hay una pausa en la que Dean claramente pasa saliva con dificultad—, eran las personas más importantes de mi vida, igual que ahora lo eres tú Amber, y ahora... Yo jamás debí volver Sam, no es natural, y ahora ve cómo estamos— ahora yo soy la que peleo con un nudo en la garganta—. Yo estaba muerto y debí seguir así— ante la mención de aquello es que por fin tomo el valor de ver a Dean a los ojos para encontrarme con una mirada verde llena de lágrimas a punto de salir. Nunca había visto a Dean afectado de ese modo y era peor que verlo enojado—. Ustedes querían saber lo que sentía, pues es eso— los labios de Dean tiemblan un momento pero parece que puede aguantar el llanto un poco más—. Ahora díganme, ¿qué pueden decir para corregir eso?
Es en ese punto en que ni él ni yo podemos soportar más aquellas emociones y tampoco puedo responder a su pregunta porque en realidad ¿qué puedes decir? No hay una fórmula para aliviar esa clase de dolor y remordimiento. Además, no rompería la promesa que le hice a John antes de morir y no le hablaría a Dean de todo eso porque sé que le afectará aún más.
Decido acercarme a él porque no habrá otra manera de darle mi apoyo, no cuando las palabras no saldrán gracias a que la voz se ha quedado atascada en mi garganta.
— No— logra decir Dean cuando ve mis intenciones pero sé que es su reacción natural a las muestras de afecto así que lo ignoro por completo y lo envuelvo entre mis brazos. Pasan pocos segundos en los que parece reacio a corresponder hasta que su cuerpo se afloja y abre también sus brazos para devolver el gesto y apretarme con tanta fuerza que incluso duele.
— Yo estoy aquí y jamás te dejaré solo— le prometo con voz entrecortada y algo pastosa por el llanto. Suspira a modo de aceptar mi promesa; hay una leve vibración de su pecho que intenta no llorar demasiado.
Cuando Sam se une a nosotros es que sé que todo irá bien de aquí en adelante o al menos eso intentaremos que pase. Da igual nuestras diferencias porque ahora nos tenemos para lo que sea.
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Supernatural
Fanfiction[Pausada] Monstruos. Seres que vemos como protagonistas en las películas de terror. Entes creados por las mentes brillantes de escritores. ¿Qué tan cierto es eso? Los Winchester son los hermanos que viven una aventura todos los días, como si fueran...