[Pausada]
Monstruos.
Seres que vemos como protagonistas en las películas de terror.
Entes creados por las mentes brillantes de escritores.
¿Qué tan cierto es eso?
Los Winchester son los hermanos que viven una aventura todos los días, como si fueran...
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Dean's POV
Despierto de golpe. Sí, parece que estuve dormido mientras soñaba que un estúpido genio me atacaba pero se sintió tan real que...
Un momento.
¿Dónde estoy?
Miro la habitación y no la reconozco. Hay una televisión encendida en la pared en tanto pasa una película a blanco y negro que no reconozco pero que parece de poco presupuesto. Sigo mi recorrido para darme cuenta que estoy desnudo bajo una fina sábana que comparto con alguien al otro lado de la cama. Me confunde un poco la espalda blanca de la chica, sobre todo los rubios cabellos ondulados que cubren parte de esta; también está desnuda.
No quiero saber con quién pasé la noche sino cómo llegué aquí para poder regresar con Sam y Amber lo antes posible y seguir con el caso.
Me pongo la ropa que encontré en el piso y salgo de ahí rápido y sin hacer ruido. Por suerte mi celular descansa en la mesita de noche así que marco a Sam sin contratiempos.
— ¿Dean?— me responde Sam casi de inmediato—, ¿qué pasa?
— No sé dónde estoy— le digo un poco preocupado.
— ¿Qué paso?— pregunta de inmediato.
— Es que un djinn me atacó.
— ¿Djinn? ¿Qué tomaste? ¿ginebra?— escucho burla en su voz así que me siento molesto.
— No. El djinn, ¿recuerdas? La cosa fea me puso su mano sobre la cabeza y desperté al lado de una chica sexy.
— ¿Quién? ¿Amber?
Sam lo dice tan seguro que de pronto siento atragantarme con mi propia saliva.
— ¿Quién?— logro preguntar en tanto detengo mi nervioso andar por toda la habitación para poder en serio concentrarme en lo que sea que está pasando.
— Estás borracho y estás llamándome— sigue Sam con el mismo tono de diversión. De seguro es su manera de iniciar el día de las bromas.
— ¡No estoy borracho y deja de jugar!— le reclamo en susurros porque de pronto no quiero despertar a la chica en la otra habitación, la que supuestamente es Amber.
— Mira es tarde. Vete a dormir, descansa y te veré mañana, ¿está bien?
— ¡Espera Sam, no!
— Adiós.
¡Me ha colgado el hijo de perra!
No me queda de otra más que encontrar yo mismo las respuestas que necesito y resolver esto cuanto antes.
Me acerco al comedor y veo unos sobres. Podrían servir. Tomo el paquete y leo en el sobre "Amber Hale. #53 Baker Ave., Lawrence KS, 66044".
— ¿Lawrence?— mi mente comienza a dar giros con todo esto. Miro los otros sobres con la misma dirección hasta que encuentro uno con mi nombre en él, marcado con la misma dirección—. ¿Qué rayos?
