ExoLu✘ion. (SooBaek/BaekSoo)

Capítulo 2

-Prometante que escucharán atentamente y tomaran todo lo que digo en serio- LuHan dirigió una mirada dura a todos. Sobre todo a BaekHyun que levanto las manos en rendición. LuHan pareció entender que podría hablar sin preocupaciones así que continuó- Bien...

La luz parecia brillar con fuerza a su alrededor, un gran valle de cuento de hadas se podia ver desde la colina en la que se encontraba. Su cuerpo se sentía liviano y parecia poder moverse sin problema. Se sentía poderoso.

El aire en el lugar era fresco. Un suave aroma dulce se extendía por todo el lugar, sabía que provenía del gran árbol en medio del lugar.

-Jericho- escuchó una voz en su cabeza- necesito que vengas. Algo está ocurriendo.

Sintió una gran preocupación recorrer su cuerpo, y sin mediar pensamientos sabía hacia donde dirigirse.

Lo siguiente que vió fue un riachuelo que salia de la base del gran árbol frente suyo.

-Agradezco que no tardarás.

Movió su mirada hacia la voz y vió un cuerpo brillante de color azúl frente a él.

-Bartras, ¿qué a sucedido? -se escuchó hablar. Pero esta no era su voz.

-Eso quisieramos saber. Está empezando a oscurecer alrededor -esta vez habló  un cuerpo de color morado.

-Gurfrihas tiene razón. Y Yuniphos encontró suelo muerto al sur. -Bartras volvió a hablar.

-¿Lo sanaste? - se dirigió al cuerpo rosado sentada en el suelo.

-Lo intenté, pero esta contamidado- Yuniphos pareció opacar su brillo.

-Está empezando a fortalecerse. Si sigue avanzando... -Gurfrihas se escuchaba distante.

Varios cuerpos brillantes que estaban alrededor, parecían parpadear ansiosos y mirarse los unos a los otros. Podían sentir como una fuerza oscura empezaba a pesar sobre sus hombros. LuHan no sabía que estaba pasando aún, no lograba decifrar que sucedía a su alrededor. Pero el cuerpo en el que estaba metido parecia guiarse y actuar por si sólo y ese sentimiento de proteger lo que más ama se instauró también en su pecho.

-No nos queda más que luchar-habló. Todos asistienron. 

La tierra debajo suyo estaba marchita, veia como gran parte de valle estaba consumido y muerto. Un nudo en su garganta le empezó a molestar. Podia sentir sus ojos picar y algo en su pecho dolía. Levantó la mirada para ver los diferentes cuerpos luchando frente suyo.

No creía lo que veía. Criaturas  de dos metros o más completamente oscuros rodeados de una aura nebulosa, su rostro solo se distinguía de dos cuencas vacías y una abertura donde creía estaba su boca. Sus extremidades parecían caer pesadas a sus costados arrastrandose y así mismo marchitaban el suelo a su paso.

Uno de estos monstruos levantó una de sus extremidades y la azotó hacía Gurfrihas quién salió despedido a muchos metro de allí.

-¡Maldito engendro! -Gritó Jericho. Miró al monstruo elevandolo del suelo lanzándolo en dirección a uno de los cuerpos color celeste -¡Xierum!

Este asintió  y vió al monstruo que venía en su dirección y con un simple movimiento de su mano un rayo también celeste impactó su cuerpo  convirtiendolo en una estatua de hielo. Cayó al suelo de inmediato y vió como Gurfrihas aparecía nuevamente para de un golpe hacerlo pedazos.

La guerra continuó.

Se sentían acorralados. Ya no podían hacer más, la oscuridad era muy fuerte esta vez. Había consumido todo el valle a su alrededor. Ya no quedaba mucha vida. No consiguieron mantenerla a raya como en el pasado. Tenían que proteger al árbol y los poderes que nutrian de vida a su planeta, pero parecía algo imposible en ese momento, su brillo se estaba desvaneciendo. Sabían que muy poco poder les quedaba. Tenian que pensar rápido.