Capitulo 7

18 0 0
                                    

Cuando entregué mi billete junto con mi DNI, volví a mirar a la pista de aterrizaje-despegue. Pronto estaría rumbo a un país desconocido en el cual debía arreglarmelas sola. Y eso me dio ánimos. Cuando pude pasar al túnel que comunicaba el edificio con el avión mire la inmensidad del aeropuerto. Sus grandes ventanales, los pilares y...

"¿Pero qué?" Abrí los ojos de par en par al ver una figura que saltaba y me saludaba con la mano: era el señor del autobús. Parpadeé y sonreí, correspondiendo al saludo. Entonces fije la vista y... en la muñeca izquierda descansaba mi reloj.

-¡Mi reloj!-grité, corriendo dirección al edificio, donde se encontraba el hombre.

-Lo siento señorita, pero no puede pasar-un guardia de seguridad me cortó el paso

-Pero yo...-dije tartamudeando-yo necesito que ese hombre me de mi reloj-señalé hacia donde estaba el hombre, pero ya no había nadie.

-Por favor, no interrumpa el paso y dirijase al avión- dijo el guardia con voz severa.

No tenia otra opción, así que obedecí al guardia con la cabeza gacha.

Viaje solaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora