No podía ser.
-Oh dios, me meooo- comencé de nuevo a reír al ver a Rubén empapado.
Había pisado una piedra seguramente cubierta de moho y había resbalado.
-¡Que frío!-exclamó levantándose de repente y haciendo aspavientos con los brazos.
Salio del río tiritando, con la camiseta mojada. Yo salí detrás de el.
-¿Estas bien?-pregunte conteniendo la risa.
-Estoy helado.
-Sera mejor que te quites la camiseta y te pongas la ropa seca.
-Omg, así que quieres verme sin camiseta ¿eh?
-¿Cambiaría algo si dijese que si?
-Si...
Sus labios rozaron los mios. Un leve roce. Sentí como me ruborizaba. Cerre los ojos, dejando que mis labios se calentaran.
Cuando nos separamos, no sabíamos que decir. Comencé a recoger mi ropa y a ponermela, aunque al tener la ropa interior mojada, poco a poco el frío se iba colando en mis huesos.
-¿Vamos?-Rubén me miro después de estar completamente vestido. Llevaba la camiseta mojada en una mano y con la otra me tomo del brazo.
Caminamos en silencio dirección a la casa. Cuando llegamos las luces estaban apagadas, lo que significaba que Runa y Eridan estaban ya dormidas.
Subimos a la habitación intentando no hacer ruido.
-Sera mejor que te des una buena ducha caliente-rompió Rubén el silencio.
-Si, me he quedado helada.
-Respecto a lo de antes...
Lo mire. Era guapo, simpático, agradable... "¿Puede ser que te este gustando?" pensé mientras nos seguíamos mirando.
-Rubén, ahora no encontraremos las palabras idóneas. Hablemos de este tema en otro momento.
-De acuerdo.
Tome mi toalla y me fui al baño. Me dí una ducha rápida con agua caliente. Poco poco empecé a sentir como el frío abandonaba mi cuerpo. Después de esa ducha me sentí mucho mejor. Me puse mi pijama, que se basaba en una camiseta de media manga de mi hermano y unas mayas. Salí del baño dejándolo como lo había encontrado.
Cuando entre en la habitación me encontré a Rubén solo con la parte de abajo. Su torso, no excesivamente musculoso, era plano dejando entrever algunos abdominales.
-Lo siento-me disculpe bajando la vista.
El me miro y sonrió. Metí la ropa de ese día en una bolsa dentro de mi maleta. Estaba de espaldas a el, por temor a ver algo que me llevaría a una situación muy vergonzosa.
Me incorpore lentamente, lista para meterme entre las sabanas, pero entonces fue cuando sentí su cuerpo tras mía.
Su boca estaba al lado de mi oreja y una mano descansaba en mi cintura.
-No beso al azar, solo a chicas que verdaderamente me gustan- y abandonó la habitación, dejandome con el corazón desvocado.
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Viaje sola
RomanceLaura es una chica loca, simpática y atrevida que pone rumbo a Noruega para alejarse de una situación que la oprime y anula. En ese viaje conoce a Rubén y a partir de ahí, comienza una relación de amistad, ¿o algo mas?