C a p í t u l o 4 1 - El plan

3.5K 224 20
                                    

¿Cómo están, bebés? Yo bien, un poco aburrida como siempre :v comenzando en breves los exámenes. Calculo que a estas alturas de la historia ya quedan más o menos la mitad de los capítulos 🤔  de todas maneras intento actualizar con regularidad, ya veremos cómo avanza la cosa jeje





-¿Qué cojones acaba de pasar?- dije yo, incrédula con una mano sobre mi moflete izquierdo.

-¿Estás bien?- me preguntó Nerea, tendiéndome el hielo de su cubata.

La gente comenzó a murmurar lo sucedido. Dylan entró en la habitación e hizo como si no hubiera pasado todo aquello. Se sentó junto a Gerard y Jota, quienes no dijeron nada. Ya lo sabían de antes.

-¿Deberíamos de ir a ver cómo está?- pregunté, preocupada por ella. Pese a cómo se había portado con Delila, ella debía de sentirse bastante humillada.

-¿Tú estás loca? Tiene lo que se merece.

-Bueno...- no sabía cómo hacer, aunque en cierto modo se lo mereciera, me sentía mal por la chica. Bajé el tono de voz y me acerqué a Delila-. ¿Y cómo hiciste para... ya sabes?

-¿Follármelo?

-Ahá- asentí-. Pensaba que estaban comenzando a ir en serio.

-Y así era. Hasta que llegué yo.

-¿En tan solo cinco días?- el incidente que definitivamente le enervó sucedió el sábado, y estábamos a jueves ¡¿Cómo se lo había ligado tan rápido?! Yo era incapaz de ese tipo de cosas.

-¿Sabes? Pocos lo saben pero resulta que Dylan es un chico muy sensible, se conmueve fácilmente ante las lágrimas ajenas.

Me imaginaba un retorcido plan en el que ella estaría estratégicamente llorando en un sitio al que sabía que Dylan iba a ir, se victimizaría ante él y le acabaría contando los roces que había tenido con Fiona, poniéndola en mal lugar. Luego, tras haberla consolado, él lo contaría algo íntimo suyo, y para hablar más cómodos ella le invitaría a una cerveza en su habitación y estarían ahí por horas, generando intimidad. Y ya, una cosa llevaría a otra.

-¿Continuamos con el juego?- dijo Ethan, tratando de desviar la atención de lo que acababa de suceder.

-Yo nunca he mentido en este juego esta misma tarde.

Cuatro personas bebieron, ante lo que el resto se quejó.

-¡Qué mentirosos sois!- le exclamó Monica a Ricardo, golpeándole coquetamente con la mano en el antebrazo. Me acordé de lo que me había dicho hacía un rato. ¿De verdad se pensaba que me lo quería ligar? Si mi única interacción con él había sido mi nombre y tres palabras más. Y buf, no me atraían nada los bohemios de pelo largo.

Jota había bebido. Y la intriga infestó mi pensamiento ¿En qué no había contestado? ¿Y por qué había mentido? ¿Habría algo que no quisiera que el resto supiera?

Megan también había tomado un trago. ¿Habría mentido respecto a lo haber tenido sexo con alguien de los allí presentes? ¿Era posible que ellos dos tuvieran ese tipo de relación?

Pero, a ver, ¿por qué siquiera me lo estaba preguntando? No, no, no. Me daba absolutamente igual. Me tenía que dar igual ese tipo de cosas. Él ni siquiera estaría pendiente de lo que yo estaba haciendo. No podía darle a él más importancia de la que jamás me entregaría. Es ahí cuando se quiebra el equilibrio en las relaciones.

-Oye, ¿en qué has mentido, pillina?- desde la cama, Yanet se inclinó hacia delante y se apoyó sobre Bárbara, curiosa porque ella también había bebido-. ¿Hay algo que no me hayas contado...?- alzó sus cejas.

-Uy, no lo puedo decir aquí, me matan- susurró.

-Venga, sólo lo sabremos Elenna y yo- cambió de idioma y se puso a hablar en español. Su prima se sonrojó y comenzó a reírse por lo bajinis.

-El chico del grupo de pelo largo que tiene un grupo de música, ¿sabéis?

-¿Cómo? ¿Te refieres a...?

-¡Shhh! ¡No digas su nombre!

-Oh, perdón.

-Pues...-hizo una pausa y se lamió los labios-. Se la he chupado en el baño.

Casi escupo la cerveza que me estaba bebiendo.

-Pero... ¡si te pasa cuatro años! ¡Y habéis estado ahí como muchísimo seis minutos.

Yanet y yo estábamos flipando. Ella se llevó una mano a la frente.

-¿Y qué? Mucho mejor, me gustan mayores. Y tengo buena técnica.

¿Seis minutos? Pobre de la chica que se acueste con él.

-¡Hay que andarse con cuidado con los hombres a estas edades! Nunca sabes cuándo van a joderte. Y también con las ETS, nunca se sabe.

-Bueno, eso a todas nos pasa. Ya le llegará el día, se dará la hostia y espabilará- Yanet se mostró algo molesta ante aquella confesión-. Ese no es el problema principal, él es de los ocho. ¿No has pensado en mí, prima? Nuestro grupo tiene muchos roces con el suyo.

¿Realmente eso era lo que más le preocupaba? ¿Le parecía normal aquello? Vale que yo no he sido precisamente una santa, pero me molestaba en conocer un poquito a la persona, aunque fueran cinco minutos echando un cigarro a la salida de la discoteca.

-¿Cómo es eso? ¿No estamos ahora de fiesta los dos grupos juntos?

-Sí, pero... es diferente. Esto había sido planeado.

-¿Planeado?- pregunté yo extrañada.

Tardó unos segundos en contestar.

-Eh, nada, nada. Olvídalo- negó con la cabeza.

-¡Ey! No seas perra. Ahora me lo dices.

-Bueno, es una chorrada, no te rayes.

-Yanet... ¿qué me ocultas?

Le dio un calo a una cachimba, alargando la contestación. Yo la miré fijamente, mostrando que no iba a dejar pasar esto. Mientras tanto, al margen de nuestra conversación el resto seguía jugando y bebiendo.

Soltó el humo en un suspiro. Comenzó a hablar muy despacio, sin querer soltarlo.

-Esta fiesta no fue idea de Aiden. Delila quería vengarse de Fiona, y cuando nos contaron lo de la fiesta aprovechó para ello. Invitamos a más gente para que no fuera raro ni sospechoso.

-¿Y qué? La fiesta sigue siendo de Aiden.

-No, Elenna. Todo esto fue idea de Jota.

-¿Y qué? No entiendo. Sólo es una fiesta.

-Él quería organizar una fiesta para tener... una excusa- hizo un movimiento de cabeza, dando a entender que ya sabía yo a qué se refería.

-¿Excusa de qué?

-Agh, mira- exasperada se llevó una mano a la cara- veo que no entiendes, y yo ya he hablado demasiado.

Y se negó a responder al resto de mis preguntas.

Internados: Rompiendo las normasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora