He hecho una playlist en Spotify de este libro, ¡echadle un vistazo! Si os gusta o tenéis alguna sugerencia de alguna canción, dejádmelo en los comentarios 💘
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Me rasco la nariz, intentando hacer desaparecer el incómodo escozor. Estoy impaciente y expectante a que me haga efecto, hace mucho tiempo que no me meto nada.Salimos del baño entre risas, bromeando y picándonos mutuamente. Aiden me car mejor por momentos. Estoy tan metida en el momento que casi no me percato de su aparición
-¡Elenna!
Yanet está de pie frente a mí, con los brazos cruzados y boquiabierta, sin dar crédito a lo que está viendo.
-¿Se puede saber qué coño estás haciendo aquí?- me grita, enfadada, pero no me deja contestar-. ¿Has venido con este? ¡¿Cómo se te ocurre?!
-Pues visto que todas me dejabais de lado, no he tenido otra opción.
-Pero bueno, ¿eres idiota?
-Yanet, tranquila. Sólo quería pasármelo bien.
-No- se acerca hasta mi, airada, y me agarra del brazo. Su rostro echa chispas-. ¿No entiendes lo grave que es esto?
-¡Qué pesados! Ay, déjame- me zafo de su agarre y retrocedo un paso-. Sólo necesitaba desestresarme un poco.
-Yanet, está bien. Está conmigo.
Aiden se pone entre nosotras, intentando intervenir, pero mi amiga le pone un dedo en el pecho y le empuja. Le chilla, aún más molesta que hace unos segundos:
-¡Tú no te metas!
-Mira, tía, yo...
-¿Vas drogada?- se acerca aún más y me mira las pupilas-. Elenna, es que, es que...- se lleva una mano a la frente, desesperada-. ¡No me lo puedo creer!
-¿Qué dices? En mi vida me he metido nada.
-Por favor, sí mandibuleas más que mi padre en nochevieja.
Niega frenéticamente con la cabeza y extiende su brazo izquierdo, señalando la salida:
-Ya estás tardando en irte a tu cuarto.
-Tú no me mandas.
-Elenna, ya vale.
-¿Y si no quiero?
Inspira fuertemente y me mira de arriba a abajo. Está furiosa.
-Está bien. Tú verás.
Y da media vuelta y se va.
Aquello me deja una sensación extraña en el cuerpo. Literalmente había sido la primera discusión que habíamos tenido.
-¿Estás bien?- se preocupa Aiden, acariciándome la espalda-. No le hagas caso, esa zorra tiene muy mal genio.
Inspiré profundamente, intentando calmarme e ignorar aquel comentario.
-Necesito un cubata.
Tras un rato bailando en la pista comienzo a notar los efectos. Mi pulso cardíaco está en aumento, comienzo a sudar y a notar un calor en el pecho. En cuestión de segundos mi energía se eleva por los aires; me siento capaz de hacer cualquier cosa.
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Internados: Rompiendo las normas
RomanceEl Internado Rowhamsphire es reconocido por su gran disciplina, resultados académicos y capacidad para corregir conductas irresponsables. Consta de tres sencillas normas inquebrantables que deberán ser acatadas bajo cualquier circunstancia: 1.- Se...