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- Suéltanos maldito. - escupió en su cara.

- Ya les dije que van a esperar al militar Jeon, ¿Saben cuánto tiempo los llevamos buscando? no lo dejaremos libres bajo ninguna circunstancia. - dijo mientras los miraba a cada uno.

- Ya llegué, te puedes ir Yeong. - le dijo el chico que acaba de entrar para que ya se vaya y poder hablar con los nuevos internos.

- Nos vemos mañana. - dijo mientras se levantaba de la silla en la que se encontraba.

- Déjame esto a mi - habló para que ya no volviera y no molestara en la conversación.

- Está bien. - fue lo último que dijo antes de retirarse.

- Ahora... Denme una razón para sacarlos de ahí y liberarlos. -
todos abrieron la boca y por un momento pensó que sus mandíbulas quedarían por el suelo.

- Sabes que no somos fáciles de atrapar...Eso te debe de dar una pista. - habló uno de los tantos chicos que habían dentro de la celda, se hizo el confundido.

- No, la verdad no... Si los atrapamos en medio de un robo eso quiere decir que son unos estúpidos que no saben identificar a un oficial. - contestó y los miró.

- Eso no es verdad, estábamos a medio de una operación, no tenemos tiempo de revisar todas y cada una de las cámaras que hay. - dijo uno de los chicos que estaban dentro de la celda y se acercó a los fierros - Solo queremos que trabajes con nosotros, un trabajo. Tendrás tu parte y una nueva identificación por que es obvio que no podrás estar aquí de nuevo. - colocó los ojos en blanco.

- ¿Que? ¿Estás loco verdad?. Ustedes no saben chantajear a nadie, o siquiera trucar algo. - dijo Jeon sorprendido, por su cabeza ya pasaba la historia de como terminaba eso. Él detrás de esa celda y ellos libres, eran una mafia. No le iban a dejar nada fácil.

No se podía negociar con personas que estuvieron metidos dentro de una mafia toda su vida. 

- No, no lo estoy, solo te hemos seguido y sabemos tu manera para atacar, de engañar y te necesitamos para un trabajo. - volvió a hablar el chico que le había "negociado".

- ¿Qué gano yo?. - preguntó, si iba a salir mal parado tenía que tener algo de beneficio y si no querían pues se quedarían detrás de esos fierros.

- Me encantas. - habló por primera vez un chico con pelo menta, estaba parado a unos metros de él. 

- ¿Perdón?. - ¿A donde pretendía llegar?.

- Me encanta la forma en la que intentas ganar algo o solo salir beneficiado - dijo y se paró y caminó a una de las paredes.

- No creas que solo haré el trabajo y adiós, no los conozco. Es ganar y ganar, tú necesitas algo y yo te lo consigo pero no serán los únicos beneficiados.

- Te entiendo, dulce. Esto es así, nos liberas y te llevamos con nosotros para establecer un contrato. No es raro que tengamos contrato, tenemos algunos puntos que debes seguir al pie de la letra. - habló y Jeon solo los miraba.

- ¿Qué pasa si no los libero? - preguntó burlonamente.

- Pasara esto. -dijo y apretó un botón en su pulsera y salieron varios hombres, se asomaron a la ventana con armas - Acá todos tenemos un chip que nos permite saber dónde está cada quien, de algún modo nos iban a encontrar. - sonrió como si fuera la cosa más divertida del mundo.

- El vidrio es aprueba de balas. - dijo y se colocó en frente de la celda ya que en algún momento de la conversación se había apoyado en el escritorio que tenían allí para vigilar a los nuevos internos antes de que se les asignara una nueva prisión o celda.

Sos un bebé, mi bebé !Vkook (POR EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora