I N T R O D U C C I Ó N

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El tiempo cálido con aquella brisa eran acompañantes de un azabache que se torturaba a sí mismo mientras mantenía una de sus más fuertes discusiones mentales.

Llevaba vários días sintiendo algo extraño en lo más profundo de su ser pero, ese día había sido el colmo. El día en que casi muere en el combate contra los ninjas de la niebla.

Tal vez había sido el hecho de que estuvo a punto de morir o la tonta razón de haber escuchado los débiles sollozos por parte de Sakura, quien se había apoyado en su torso mientras el permanecía inérte en el suelo.

Ella le pedía a gritos que se quedará con ella, siendo sincero, incluso él llegó a pensar que moriría.

Y solo al verla ahí, tan fuera de sí, intentado llamarle para que recobrará la conciencia, le había bastado para sentir un doloroso nudo en la garganta y sus entrañas retorcerse entre sí.

El equipo 7 había formado poco a poco un espacio en su mente, corazón y tiempo.

Pero Sakura era diferente y eso era lo que a aquel azabache le producía insomnio, ¿por qué ella? y ¿que era exactamente lo que le hacía ser especial para él?

¿Que tenía aquella muchachita alegre de cabello lindo que lo hacía perderse de su objetivo?

Había pasado gran parte del camino perdido en sus pensamientos, ignorando toda presencia humana en sus alrededores, aunque para ser honesto era lo habitual. 

El azabache alzó la vista y regresó a la tierra luego de escuchar la irritante voz chillona por parte de su amigo rubio. Naruto.

Al escucharle, pudo suponer que estaba por llegar a la entrada de la aldea dónde se encontraría con el equipo, hoy tendrían una misión, nada especial o fuera de lo normal, según tenía entendido.

– Ah! Ese idiota de Sasuke se está tardando mucho, solo faltan dos metros apura ...

El puño de la pelirosa chocando con la maceta de su cabeza le interrumpieron, poniendo fin a la queja del más bajo.

– Eso dolió Sakura-Chan – decía adolorido mientras acariciaba la zona del golpe.

– Y te merecías uno aún más doloroso, deberías disculparte con Sasuke-kun, el no es ningún idiota, como otros –

Escaneó con la mirada al rubio, quien se estremeció entendiendo el mensaje.

Sakura podría ser la chica más ruda de la aldea si se trataba de defender al Uchiha, pero cuando estaba a su lado, simplemente era lo mas femenina posible, intentaba ser delicada y tímida, intentando buscar la protección del azabache, pero hasta la fecha, jamás la había conseguido.

– Ya estoy aquí – dijo Sasuke mientras el rubio le maldecía a lo bajo.

– Bien, ahora a dejarse de juegos – miró a Sakura y Naruto – por qué oficialmente la misión acaba de comenzar.

Los tres asienten mientras uno tras otro abandona la comodidad de la aldea.

....

Tras pasar una hora el entorno comienza a aburrir al azabache, quien caminaba algo distanciado de los demás con las manos en los bolsillos.

мι ρєqυєñα gяαи ∂євιℓι∂α∂          〔 ѕαѕυѕαкυ 〕➤En CorrecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora