Capítulo 13. ¿Amigas? Ni en tus mejores sueños.

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- ¡Fue genial! Sin duda uno de los mejores conciertos a los que he ido en mi vida –dije sonriente. 

- ¡Eso lo dices porque solo has ido a nuestros conciertos! –dijo Dougie todo sudado frente a mí. 

- ¡Cállate, en estos momentos uno solo dice: “Gracias! –dije y lo abracé. 

- Gracias –dijo sonriente. 

- ¡Minna! –gritó Tom cerca de mí. 

- ¡Tom! –dije emocionada- ¡Tu voz… amo tu voz! –dije y me colgué en sus brazos. 

- ¿En serio? Gracias –dijo mostrándome ese bello hoyito. 

- ¿La mía no? –dijo Danny también sudado al lado de Tom. 

- No la tuya no, adiós –dije y volví a abrazar a Tom. Él entrecerró los ojos y se fue de allí, sentido por lo que le dije. 

- Harry… tocas genial la batería –dije emocionada- estoy orgullosa de ti –dije y fingí lagrimear. 

- ¡Gracias! –dijo riendo. 

Íbamos caminando a los camerinos, tratando de alcanzar a Jones, que corría desesperado como si fuera llorando. 

- ¡Te alcanzaré Jones! –grité y corrí tras de él. Íbamos a toda velocidad y de repente me metieron el pie haciendo que me fuera de boca y… ¡Suelo! 

- ¡Minna! –gritaron todos detrás de mí. 

- Lo siento, lo siento. ¿Estás bien? –preguntó una chica a mi lado, tratando de ayudarme a que me levantara- No te vi, discúlpame. 

- Está bien no te preocupes –dije y en eso vi su cara- ¿Frankie? 

- Así es –dijo con una sonrisa burlona. 

- Con permiso –dijo Dougie y trató de levantarme. 

- ¡Ay! –dije cuando me tomó de una mano. Me la miré y mi muñeca estaba volteada- Mi muñeca no debería de doblar para ese lado –dije asustada. 

- No, no debería –dijo Frankie preocupada, o eso fingía-, llevémosla a un doctor –dijo alarmada. 

No supe ni cómo llegamos, pero nos llevaron al hospital y estaba repleto de gente buscando el autógrafo de los chicos. Nos vieron saliendo del local y nos persiguieron en taxis. Bajamos corriendo de la camioneta y en urgencias, rápido me atendieron. 

Me dijeron que tenía que tener el yeso por dos meses. Los chicos esperaban por mi en la sala de espera y la única que entró conmigo fue Frankie, ¿por qué ella? Porque insistió demasiado y porque según ella se sentía “culpable”. 

- Escucha, sé que esto no salió en cuanto el plan. No te quería tumbar… y menos que te rompieras la muñeca. 

- Gracias, pero por lo visto… eso me pasó –dije mostrándole mi yeso. 

- En fin, fingiremos que esto no tiene nada que ver con Dougie. 

- Haz lo que quieras, yo no quiero estar en una pelea por él –dije saliendo de la sala donde me pusieron el yeso. 

- ¿De qué hablas? –dijo confundida. 

- Yo no quiero pelear con él… ¿quieres que regrese contigo?, díselo a él. Yo no tengo nada que ver. 

- ¿Te rindes, solo así? 

- No me rindo, simplemente me abstengo de problemas –dije y caminamos juntas hacia la sala de espera. 

- ¿Qué te dijeron? –dijo Dougie viendo mi yeso. 

- Tengo que tomarme este medicamento cada ocho horas para el dolor y mantener el yeso por dos meses. 

Chills in the EveningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora