(Narra Minna)
Habían pasado ya cuatro meses desde lo del hospital. Efectivamente sería una Donna lo que tendría. Mi barriga había crecido bastante, aunque no lo suficiente como para hacerme estrías, o dejar de verme los pies. Lucía extrañamente voluptuosa. Mis pechos también comenzaban a crecer y esto era realmente extraño.
Estaba poniéndome una blusa anaranjada, de manga tres cuartos y un short blanco. Ambos de maternidad. Unos Converse naranjas –sí, ya tenía mi colección de zapatos nuevamente-. Me dejé el cabello en su forma natural. Negro y ondulado, me delineé mis ojos cuidadosamente.
Bajé las escaleras de la casa y Dougie estaba haciendo un WebChat, parecía estarse divirtiendo. A penas me vio que bajé las escaleras y me sonrió.
- Adivinen quién vino –con media sonrisa me acerqué a él. Dougie tomó mi mano y me senté a su lado. Saludé a sus fans con la mano y comenzaron muchos Twist acerca de mí y que lucía hermosa con barriga.
Incluso me pidieron enseñar mi anillo de compromiso. Cuando lo hice, no paraban los de: “Que hermosa te ves”, “Más te vale que lo hagas feliz”, “Ámalo mucho”, “Te envidio”, “Yo también quiero ir a su boda”, “Saludos a tal parte del mundo”.
- Gracias, la verdad es que estoy muy bien, ahora tengo cinco meses de embarazo y… pues Donna es muy inquieta –sonreí.
- Esta es mi mujer –dijo Dougie con una gran sonrisa- ¿Quieren que me case con ella? –preguntó Dougie.
La mayoría decía que no, que lo querían siempre soltero. Pero la otra parte, la racional. Decía que si Dougie era feliz conmigo, entonces sí.
El WebChat duró unos minutos más pues nosotros teníamos que ir por mi vestido de gala. Esta noche los chicos tenían una entrega de premios a la que debíamos asistir. Yo estaba demasiado nerviosa pues nunca había ido a una alfombra roja.
- ¿Estás muy nerviosa? –preguntó Dougie y yo sonreí.
- Algo así –dije con media sonrisa.
- Tranquila, tú solo actúa natural y… todo saldrá bien –dijo con media sonrisa.
- Actuar “natural” –pensé-. De acuerdo, me iré desnuda y veré si por allí alguien…
- No tan natural –dijo Dougie riendo. Le guiñé un ojo y luego de sonreír a medias llegamos a la sucursal donde nos habían confeccionado mi vestido.
Cuando me vieron, rápidamente me reconocieron y me llevaron al ala de vestidos para famosos y me entregaron el vestido morado que Dougie y yo habíamos escogido. Me lo medí y la verdad me quedaba muy bien. Lo que más me gustaba era que mi vientre se veía muy bien. No me veía desbordada ni nada por el estilo. Se me veía un lindo vientre. Me encantaba mi cuerpo de embarazada.
Estaba aún midiéndomelo, dándole los últimos toques cuando Dougie entró a vernos. Me sonrió y se quedó parado a mi lado.
- ¿Pasa algo? –pregunté con media sonrisa.
- Te ves hermosa –dijo con una gran sonrisa-. Ya quiero que sea esta noche para poderte ver de lo más… Diosa –dijo mordiéndose un labio.
- Deja de hacer eso, que me pones nerviosa –mis mejillas estaban de lo más sonrojadas.
Me desvestí y me puse lo que traía antes. Los chicos estaban en nuestra casa. Pues hoy comerían algo preparado por mí. Estuvimos preparando algo realmente rico. Un agridulce que mi madre hacía solo cuando mi papá cumplía años. Mi padre me había pasado la receta en su lecho de muerte y yo nunca lo había preparado hasta hoy. Estaba algo nerviosa pues sería la primera vez que lo hacía y no sabía si saldría bien.
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Chills in the Evening
Romansa“A menudo, el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd”- Alphonse-Marie Louis.