Subí por el elevador y todo lo que pensaba era ¿qué tanta gente sabía que yo “mantenía” una relación con Dougie Poynter? Al abrirse las puertas la primera que me recibió fue Kelly.
- Buenos días, Minna. ¿Cómo te fue en Río?
- Bien –dije enseñándole mi mano.
- ¡Qué pena que te hayas roto la muñeca! ¿Ahora cómo escribirás? –preguntó preocupada.
- Pues escribiré normal, solo que con más lentitud. ¿Qué tal ha estado todo por aquí?
- Bastante tranquilo, ya me encargué de cerrar algunos tratos con los proveedores, más viejos y… llegaron las nuevas piezas de Torreón.
- ¿Llegaron los cigüeñales del S350? –pregunté preocupada.
- Dijeron que esos los enviaban mañana.
- ¿Cuánto tiempo tardarán en llegar?
- Cerca de cuatro días –dijo mordiéndose el labio.
- ¿Les dijiste que los necesitábamos para el viernes? –ella asintió, entramos a mi oficina y encendí mi computadora.
- Sí, les dije que era urgente el flete, pero… dijeron que tuvieron un problema fuerte por el cual los cigüeñales no estuvieron listos, además de que no pasaban por el área de calidad, hasta que Ríos lo aprobara.
- Comunícame con ella –pedí y ella salió de mi oficina.
Estaba acomodando mi agenda y viendo todos los tratos y las nuevas piezas que teníamos que revisar, cuando mi teléfono sonó.
- ¿Ríos? Gracias por atenderme…
- Yo no soy Ríos –dijo la voz de una mujer desde el otro lado de la bocina.
- ¿Quién habla? –pregunté confundida.
- Frankie –dijo con voz seca.
- ¿Cómo conseguiste mi número?
- Mafia –dijo ella.
- Graciosa, ¿qué necesitas? –pregunté y seguí buscando una lista de productos que necesitaba.
- Con que trabajas en esta empresa… vaya, es bastante importante globalmente.
- Lo es… por cierto. Estoy trabajando, si tienes que decir algo dilo ya. Estoy ocupada.
- Solo llamaba para saludarte y para saber cómo está tu mano.
- Está bien –dije fría.
- Bueno, otra cosa… que no te sorprenda si cuando Dougie regrese de la gira… está conmigo.
- No me sorprenderá, suerte con eso.
- Antes de colgar… ¿ustedes son algo o las fotografías que salieron en la playa son falsas?
- Con Danny yo no tengo nada –dije y colgué.
- Ríos está por la dos… -gritó Kelly desde su escritorio.
- Gracias Kelly –dije y atendí la llamada.
Después de eso salí a comer y fui al Starbucks a disfrutar de un delicioso café. Estaba esperando a que llamaran mi nombre para recogerlo, pero alguien se sentó frente a mí.
- ¿Sales con Dougie Poynter? –preguntó Luke con ojos de incredulidad.
- Ahora resulta que todos volverán… ¿qué quieres Luke? –dije mirando por la ventana.
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Chills in the Evening
Romance“A menudo, el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd”- Alphonse-Marie Louis.