El evento había terminado y todos nos estábamos dirigiendo a nuestros respectivos hogares. Aunque había guardaespaldas detrás y delante de nosotros, aún así hubo algunos empujones. Por suerte mi vientre se mantuvo fuera de cualquier empujón y agetreo. Mis Converse ya estaban en mis pies desde que subimos al recinto al empezar. Me había divertido y la verdad es que podría volverlo a hacer cada que Dougie me lo pidiera.
Al salir, los hombres de seguridad nos digeron por dónde caminar, qué hacer y qué no hacer. Todo estaba realmente calculado.
- Ahora vuelvo -me dijo Dougie- quédate con Danny, hay algunos productores que quieren hablar conmigo -me dijo.
- Con cuidado -dije con media sonrisa. Él regresó y me dio un beso tierno en los labios.
- Te amo, ya vuelvo -dijo y corrió hacia un montón de gente.
- ¿Nos vamos? -preguntó Danny estirando su mano. Yo asentí y la tomé firmemente. Comenzamos a caminar entre otro montón de gente y luego llegamos a la camioneta Limosina tipo Hummer que nos había traído. Subí yo primero y detrás de mí: Georgia, Giovanna, Izzy, Tom y Danny. Pensé que Harry también había sido solicitado por algún productor, pero en realidad solo se había quedado a acompañar a Dougie.
- ¿Estás muy cansada? -preguntó Giovanna acariciándome el vientre.
- La verdad es que estoy agotada, solo quisiera irme a casa y dormir un poco. Donna y yo queremos dormir -dije cerrando los ojos lentamente.
- Por qué no duermes un momento aquí en la limosina, no pasará nada -aseguró.
- No, quiero ver a Dougie cuando vuelva. Además, aún tengo pila -dije moviendo los brazos efusivamente. Ella rió.
Estuvimos hablando y riendo durante un rato hasta que el celular de Danny comenzó a timbrar. Sin decir nada bajó del auto y comenzó a correr hacia el resinto nuevamente. Yo entrecerré los ojos. ¿Qué lo habrá sacado tan rápidamente de la limosina? ¿Regalarán comida o qué? -me pregunté a mi misma. Georgia miró a Giovanna y ambas se encogieron de hombros, pero seguían con sospechas al igual que yo.
- ¿Qué habrá pasado? -pregunté a Tom.
- No lo sé -dijo confundido- iré a ver... permanezcan por favor en la limosina -pidió.
Nosotras asentimos y vimos como él se dirigía de nuevo al lugar. Estuvimos esperándolos unos minutos, hasta que el celular de Giovanna comenzó a timbrar. Ella contestó el teléfono y luego de abrir los ojos como plato, bajó de la limosina como pudo. ¿Qué rayos estaba pasando?
- Algo no anda bien -susurré. Tomé mi celular y busqué el número de Dougie.
Uno, dos timbrazos y nada. Luego de varios intentos fallidos, una voz conocida contestó el celular.
- Minna, no salgas de la limosina en un momento te veremos -me dijo Danny.
- ¿Dónde está Dougie? -pregunté asustada.
- Hem... no salgas de la camioneta -pidió.
- Al diablo Danny. ¿Dónde está? -pregunté ya con lágrimas en los ojos. Colgó el teléfono y yo como pude avancé hasta llegar a la puerta.
Bajé de esta y comencé a correr tanto como mi vientre enorme me lo permitía. Había demasiada gente aún, no sabía hacia donde correr hasta que me paré de puntas y pude divisar la cabellera rubia de Tom. Corrí hasta llegar a un tumulto de gente, luego había un ambulancia y sangre en el suelo. Sentí que la sangre se me iba hasta el suelo.
Caminé directa a la gente y comencé a abrirme paso entre todos allí. Luego ví lo que más me temía. Un auto había entrado por no sé dónde y se había llevado entre las llantas a Dougie. Tapé mi boca y comencé a gritar desesperadamente.
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Chills in the Evening
Roman d'amour“A menudo, el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd”- Alphonse-Marie Louis.