No quiero, ni pido mucho

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No quiero mucho.
Quizás me acostumbré a disfrutar de las cosas pequeñas, esas que nos hacen tan grandes por dentro.
Como Bailar frente al espejo incluso en esos días en que todo va a salir mal y cantar de un forma desafinada en la ducha, para romper con el silencio de las mañanas.

Cocinar platos raros. Reírme contigo, hasta que nos duela la barriga de decir tonterías.

Decir ¡Buenos días! con la mejor vibra, aunque la gente olvida muchas veces hacerlo.
Sonreír al verte descalza por la cocina y desnuda al despertar.

Descubrir nuevas canciones y escribir textos malísimos en cinco minutos, tan malos que parecen ser directos.

Ir a conciertos.
Caminar juntos de la mano.
Ir en el tren con gafas de sol, pero con los ojos iluminados.

Enfadarme.
Y ver como te enfadas , al igual ver como se te pasa en minutos.

Dormir sin despertador y desayunarte sin levantarnos. Dormir con calcetines de colores.

Recibir los besos de mi madre y tener días con ganas de ordenar los discos viejos por cantante y la ropa en la silla todavía.

Y sobre todo quiero disfrutar como cosa pequeña, de corazon grande, con miradas que explican todo sin la necesidad de palabras.

"Mariposas Bajo La Piel"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora