Amargo

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Amargo, amargo se conviertió el sabor que dejaste en mi después de la ilusión.
Amargos se volvieron mi días al pensarte y dolorosos intentando alejarme de ti.

El amargo sabor de lo que no pudo ser me consume, pensar en el momento en el que nuestros celulares nos llevaron a imaginar lo que nunca iba a existir, me consume las ganas de que me mires a la cara y me digas que me vaya, me consume las ganas de que me mires a los ojos y me digas que nunca sentiste nada. Que me lo digas sin ese brillo como cuando me besabas, sin esa sonrisa después de estar juntos en las tardes.

Ese amargo sabor a incertidumbre, a un sentimiento a medias y a las ganas de lo que nunca se pudo ser, me matan. Me matan los silencios con infinitos pensamientos, me mata el no saber que hacer por ti.
Ojalá esas ganas me mataran de una vez por todas y no por partes.
Ojalá tuvieras el mismo sabor amargo de lo que no se puedo ser, de ese nosotros que nunca existió y del corazón que latió primero que el otro; sin embargo, no te lo deseo porque duele, confunde y te hace perder la ganas.

Amargo, muy amargos son mis recuerdos contigo. Suficiente fue la "despedida", suficiente fue la forma de dejarme con el sabor en los labios y las ganas de algo que nunca se va poder en el corazón.

"Mariposas Bajo La Piel"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora