Una tasa de café frío.

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Esa tasa de café se enfrió esperando a que unos labios insensibles lo tomara.
Un café negro lleno de migajas de pan seco, lleno de miradas de odio y de sentimientos cansados.
Se enfrió hasta perder su sabor, se enfrió hasta ser retirado de la mesa. De la misma manera se retiraron las personas que se encontraban tomando el mismo café, se retiraron  las sonrisas y los ojos dirigidos a los labios pálidos.
La lluvia llegó para enfriar a la capital y tu llevaste para enfriar mi cuerpo y mis manos pálidas.
Ya el café se había convertido en un agua de zapato, el rechazo llegó hasta su orilla y dentro de él cayó una lágrima salada del abandono.
La tasa del café frío quedó en la mesa esperando a ser tomada ya sea por los labios de una persona o por los labios del tiempo.

"Mariposas Bajo La Piel"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora