Capítulo 1

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Abro los ojos, me encuentro en un lugar oscuro. La única luz proviene de debajo de la puerta. Me agacho e intento observar por el pequeño espacio disponible, pero no se ve nada. No puedo recordar cómo o cuándo llegué ahí. No recuerdo nada de lo que pasó anoche, ni el día anterior, ni el anterior a ese. Es como si mi mente se hubiese borrado. Todo está en blanco, no hay rastro de ningún simple recuerdo. Trato de recordar con todas mis fuerzas. Tras varios intentos fallidos, una voz familiar pasa por mi cabeza.

-Estás destinada a grandes cosas. Nunca te rindas, Avalon.

¿Avalon?¿Era ese mi nombre? No puedo recordarme. No recuerdo mi cara, mi cabello, mis ojos, mi voz. Quise hablar, pero lo único que salió de mi boca fue un pequeño suspiro.¿No tenía voz?¿Qué me está pasando?¡No entendía nada! Me quedo sentada donde estoy, mirando alrededor de la habitación. No consigo ver nada, todo continua oscuro. Muevo mis manos alrededor del piso para ver si hay algo más, pero no. El piso está completamente vacío. La única persona en la habitación soy yo. No había ninguna ventana, ningún interruptor de luz, nada. ¿Cuánto tiempo he pasado aquí? Si no hay nada, supongo que muy poco. Toco mi cadera y noto que tengo unos pantalones holgados, pero algo me cuelga por los lados y me llega hasta después de las rodillas. Subo mi mano y al llegar al pecho y siento una abertura. Tengo una remera puesta. Me doy cuenta que por arriba tengo una bata. Pero siento algo duro, es como una tarjeta.¿Tendrá mi nombre? No sé... Mis preguntas continúan acechando mi cabeza, hasta que un sonido las detiene. Mi atención cambia totalmente.

Siento pasos, alguien viene...

Mi puerta es abierta por un hombre. Está vestido con un uniforme. Lleva unos pantalones de color azul y una camisa gris. En su bolsillo hay una cosa que no sé que és. Es gris y tiene una perilla o algo así, que se puede mover. Tapo mi cara por el destello de luz que aparece por un segundo, después veo lo que tengo en frente de mi. El hombre mete sus manos en el otro bolsillo y saca unas llaves. Parece asustado, me mira preocupado y tiembla bastante. Luego, sin pensarlo, lanza las llaves. Las atrapo con la mano, un poco confundida. ¿Para que me está dando esto?

-Esta llave te sirve para abrir esta puerta- dice-. La otra es para la habitación 366, hay algo ahí que te pertenece.

Quiero preguntarle demasiadas cosas, pero en el momento que abro la boca para decir algo, me interrumpe.

-Debo irme, no tengo mucho tiempo-tras decir esto coloca sus manos sobre mis hombros y me mira fijamente-.Estás destinada a grandes cosas. Nunca te rindas, Avalon.

Es lo mismo que escuche en mi pensamiento.

-¡Espera!- grité-. ¿Cómo sabes mi nombre?

Demasiado tarde, el chico había cerrado la puerta. Me había dejado. Miré las llaves una vez más, pensando en qué hacer con ellas. Dijo que en la habitación 366 había algo que me pertenecía. No tengo idea de que podría ser. Tanto pensar me trae dolor de cabeza, me sentía cansada. Cierro los ojos y me acuesto en el piso. Quedé dormida en un instante, pero mi curiosidad y la necesidad de saber que hay en esa habitación me despiertan. Estoy lista, tengo que salir.

Uso la llave para abrir la puerta y logro abrirla. Antes de salir completamente, saco la cabeza un poco para ver si hay alguien. Lo primero que noto es que afuera de la habitación en la que estoy hay un pasillo enorme. Las paredes son blancas, al igual que las puertas. No hay ni un solo color. Además, todas las puertas están marcadas con un número. Giro mi cabeza y veo el número de mi puerta, es 105. Pero veo que mi puerta tiene algo distinto a las demás, un círculo rojo debajo del número. ¿Qué significa?. Vuelvo a ver si no hay nadie en el pasillo y ahora sí, salgo decidida. Cierro la puerta otra vez para que no parezca que me fui. Camino en busca de la habitación 366, me guio mirando los números de las otras puertas. Todas están cerradas y no hay ni un solo ruido.

Atrapada (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora