Atrapada (TERMINADA)

15B: Noah

Cuando Scott vino a hablar conmigo mientras esperábamos a que el venado se cocinara, en mi cabeza se desarrollaba una idea. Tenía que volver a recuperar los recuerdos de Avalon.

-Scott...-empecé a decir-. Si yo me fuese ahora, ¿prometerías cuidar de Avalon?

-¿Qué? ¿Pero a dónde planeas ir?

-Siento que hay algo que debería hacer-dije-. Es algo peligroso y probablemente no salga vivo de eso, pero beneficiará a una persona.

-Pero si beneficia solo a una persona no creo que valga la pena-dijo.

-Pero, ¿y si es la persona que más amas?-pregunté.

-Sigo sin entender-dijo, confundido-.¿Qué es lo que exactamente quieres hacer?

-Quiero recuperar los recuerdos de Avalon.

  Scott me miró sorprendido. De todas las cosas que pude haber dicho, esa seguro no era la que se esperaba.

-Mira...-comenzó a decir-. Sé que quieres mucho a Avalon y que ella te quiere a ti también. Pero ella podrá vivir sin sus recuerdos. Con la ayuda de Yui y la nuestra está logrando aprender a vivir de nuevo. No  debes preocuparte por ella, si es que lo estás. Está en buenas manos.

  Le respondí con una sonrisa falsa, que por suerte creyó.

Las chicas revisaron si el venado estaba listo. Al ver que lo estaba, me ofrecí a cortarlo y servirlo. Estaba bueno, hacía tiempo que no comía venado. Lo que sobró de la carne lo corté y Scott lo guardó en el contenedor que había traído.

  Fuimos a nuestra tienda y Scott se durmió rapidísimo. Estaba cansado. Yo no dejaba de pensar en si era correcto irme o si debía quedarme.

  Scott dijo que Avalon lograría aprender vivir de nuevo. Pero no sería lo mismo. Traté de recordar todo lo que había vivido con Avalon, y las cosas que merecía recordar. Hasta que lo vi.

Su madre.

  Avalon siempre se llevó bien con su mamá, y vivieron cosas muy bonitas juntas. No podía arrebatarle los recuerdos que tenía con ella. No podía.

Tenía que volver al hotel.

Tomé una mochila y tomé todos los cuchillos. Seguro los necesitaría yo más que ellos. Tomé una botella de agua, unas galletas saladas que había en la mochila de Yui, un mapa y una brújula para guiarme.

   Antes de irme, pasé por todas las tiendas. Vi a Scott, Yui y por último a Avalon. Verla dormir era como ver a un ángel. Eso era ella, un Ángel. Besé su frente con cuidado de no despertarla y susurré sobre su odio.

-Volveré pronto, te lo prometo.

   Me prohibí de mirar atrás, y seguí solo hacia adelante.