Capítulo 3

153 11 3
                                    

-¿Qué quieres saber primero?-preguntó.

-¿Quién eres?

-Bueno, soy Noah Kelley, un chico de 19 años valiente, intenso y muy veloz, seguro ya te diste cuenta de eso-dijo, riendo-.Trabajo en el Hotel Matanza desde que tengo 18 años, empecé justo a principio de este año, cuando tú ingresaste.

-¿Ingresar a qué?¿Al Hotel Matanza?- pregunté, confundida.

-Si, tú fuiste la persona 105 del sorteo de este año- dijo.

-Pero, ¿para qué me sortearon?- insistí.

-Cada año los gobernantes de nuestra tierra sortean 365 plazas para pasar el año en el hotel. Como el año tiene 365 días, se elimina una persona por día. Tú saliste ganadora del sorteo para el día 105, osea hoy, 15 de abril.

-Y, ¿por qué me sacaste?¿Porque me iban a eliminar hoy?-dije, asustada.

-Sí, fue precisamente por eso. Nuestra nación es un grupo de personas que está constantemente agradeciendo al planeta tierra por darnos un lugar donde vivir en el universo. Pero varias investigaciones hechas en los últimos años han demostrado que nosotros, la raza humana, somos quienes estamos destruyendo y poniendo en peligro nuestro hogar. Somos la causa de los males que sufre nuestro planeta. Por eso, los gobernantes han decidido que estamos en deuda con la tierra, y cada día del año se elimina un humano. Como nosotros estamos eliminando a la tierra, los gobernantes no eliminan a nosotros.

Cuando Noah terminó de hablar quedé sin palabras. No podía creer que había personas que pensaban que los humanos teníamos que morir para estar en deuda con la tierra.¿Quién estaría tan loco para hacer una cosa así?

-Pero, hay algo que todavía no me queda claro-dije-. ¿A ti no te sortearon?

-No, mi padre me postuló para trabajar en el hotel y ser uno de los afortunados que no son elegibles para el sorteo. Si sirves a tus superiores, dejas de ser elegible para ir al matadero. Pero no fue fácil, tuve que hacer una prueba para que supieran que era lo suficientemente fuerte, ágil y preparado para ser un guardia.

Me comenzó a doler la cabeza, así que le pedí a Noah que parara un poco e intenté procesar toda la información que estaba llegando a mi cabeza. ¿Yo vivía en un mundo donde la raza humana debía morir para satisfacer al planeta? Eso no tenía ningún sentido. Dejé de pensar en Noah y volví a pensar en mi y las preguntas que quería hacer. Si él tenía un padre que lo había postulado, eso significaba que tal vez yo también tenía uno. Un padre, una madre, una familia.

-¿Dónde está mi familia?- pregunté-. Mis padres...

Noah me miró tristemente, como si se sintiera mal por mí. No entendí porque, pero no decía nada. Miró al piso y luego logró hablar.

-Creo que no es un buen momento para hablar de eso ahora-dijo, nervioso-. Más adelante, te lo contaré, pero todavía debes esperar para tener esa información.

Miré a Noah, un poco decepcionada. Tenía demasiadas ansias por saber más sobre mí y mi pasado, pero lo único que recibí fue información sobre él.

Mientras pensaba, o mejor dicho, me quejaba, me di cuenta que nunca había visto bien a Noah. No había visto su físico. Me puse a examinarlo mientras él tomaba agua. Ojos azules y grandes, nariz recta, labios no tan finos ni gruesos, una pequeña sonrisa escondida (solía parecer más serio) cabello marrón, bastante más claro que el mío, y una mirada profunda. Debo admitir que era un poco atractivo. Tenía mucho músculo, seguro que lo obligaban a estar en forma siendo un guardia en el Hotel Matanza. Pero no podía desconcentrarme de mi objetivo: obtener más información. No entendía por qué no quería hablarme más sobre el tema. Osea, es información sobre mí y mi familia, creo que tengo derecho a saberla. Pero cuando Noah volvió de tomar agua solo se recostó en su colchón de heno y no dijo nada más. Parecía estar cansado, bueno, yo también me sentía agotada por el largo día que habíamos tenido. Al cabo de un rato me di cuenta que él se había dormido, pero yo no podía dormir. Me sentía cansada y despierta al mismo tiempo.Igual llegó un momento en el que el sueño venció mi cuerpo y caí dormida.

Atrapada (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora