Capítulo 6

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Mi cara estaba en blanco. ¿Mi padre me metió en el hotel a propósito? ¿Él quería que yo muriera? No podía entenderlo, en mi sueño se veía como un buen padre, alguien cariñoso, amable. Alguien que me amaba...

-No entiendo-repetí-¿Cómo que mi padre me metió al hotel?¿Qué tiene él que ver con que yo saliera sorteada?-pude notar que Noah se puso tenso. Creo que estaba un poco incómodo con mis preguntas, pero no me importaba. No iba a permitir que pasara lo mismo que hacía un rato, quería respuestas e iba a conseguirlas

-Estem...Avalon...-comenzó a decir-.Tu padre es el...el líder del gobierno.

-¿¡Qué!?-grité-.¿Líder del gobierno?¿Pero cómo?, si eso no apareció en mi sueño.

-Bueno, técnicamente él no lo hizo porque quiso, sino porque fue votado por el pueblo. La gente quería que tu padre los gobernara.

Miré hacia abajo y cerré los ojos. Quería esconderme un poco para poder pensar con claridad. Si mi padre era líder del gobierno,¿por qué no evitó que fuese sorteada?¿No me quería?

-¿Te sientes bien, Avalon?-preguntó Noah-.Te ves pésimo-tocó mi frente con su mano para ver si estaba caliente, pero yo no me sentía enferma, solo cansada.

-Sí, estoy bien-respondí-. Solo me siento un poco cansada, eso es todo-la verdad, quería llegar lo más pronto posible al lugar que me llevaba Noah. No sabía a dónde era, pero espera que hubiese un lugar donde dormir.

-No te preocupes-me dijo-.Pronto vamos a llegar, aguanta un poco- recostó mi cabeza sobre la almohada otra vez y me arropó con una de las mantas. Yo me quedé viéndolo, viendo como se alejaba hacia el asiento en frente a mi. Noah seguía mirándome, como si se fijara de que estaba bien, de que seguía con vida. Yo traté de mantener los ojos abiertos, pero el sueño me venció y me dormí sin poder evitarlo.

Esa noche tuve otro sueño, esta vez yo era más grande. Tenía trece años y estaba sola en casa, con mi padre. Yo estaba sentada en una mesa haciendo tareas y él sentado en frente a mi, leyendo el periódico. Su mirada era muy diferente a como había sido en el sueño anterior. Ahora se veía más serio, incluso parecía enojado.

-¿Ya terminaste Avalon?-preguntó, en un tono fuerte.

-Ya casi, papá. Solo me falta un ejercicio.

-Ya deberías haber terminado hace mucho-se quejó, mirando el reloj que llevaba en la mano-. No entiendo porque hoy estás tan lenta...

Me entristecí un poco. Este no era el papá que recordaba del sueño anterior. Estaba muy distinto.¿Sería porque mamá no estaba? Traté de ignorarlo y continué con mi tarea. Al hacer la última hoja de ejercicios mi lápiz temblaba. Tener a mi padre en frente, mirando cada movimiento que hacía no ayudaba mucho, me ponía muy nerviosa.

En unos pocos minutos terminé la hoja. Me levanté de la mesa y me acerqué al otro extremo de la misma, donde papá seguía leyendo su periódico mientras bebía una taza de café. Estaba nerviosa por su reacción. Quería que estuviera orgulloso de mi.

-Ya terminé, papá-dije, le di mi cuaderno para que la pudiera revisar. Él leyó atentamente. Al principio, su cara estaba normal, pero al llegar a la mitad de la hoja noté un cambio, estaba enojado.

-Tienes un error en el ejercicio cuatro-dijo, disgustado-.¡Este ejercicio es fácil, Avalon! ¡Lo haz hecho miles de veces!

Volví a entristecerme. Me había esforzado muchísimo para obtener su aprobación, pero él seguía pidiéndome más y más. Estaba furiosa, tenía ganas de decirle que me dejara y que me mandase al lugar donde estaba mamá.

-Si mamá estuviera aquí todo sería mejor-susurré despacio. No quería que papá me oyera, pero giró la cabeza con una cara de enojo supremo.

-¿Qué fue lo que dijiste, Avalon-preguntó-.¿Podrías repetirlo?

Atrapada (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora