Mi cara estaba en blanco. ¿Mi padre me metió en el hotel a propósito? ¿Él quería que yo muriera? No podía entenderlo, en mi sueño se veía como un buen padre, alguien cariñoso, amable. Alguien que me amaba...
-No entiendo-repetí-¿Cómo que mi padre me metió al hotel?¿Qué tiene él que ver con que yo saliera sorteada?-pude notar que Noah se puso tenso. Creo que estaba un poco incómodo con mis preguntas, pero no me importaba. No iba a permitir que pasara lo mismo que hacía un rato, quería respuestas e iba a conseguirlas
-Estem...Avalon...-comenzó a decir-.Tu padre es el...el líder del gobierno.
-¿¡Qué!?-grité-.¿Líder del gobierno?¿Pero cómo?, si eso no apareció en mi sueño.
-Bueno, técnicamente él no lo hizo porque quiso, sino porque fue votado por el pueblo. La gente quería que tu padre los gobernara.
Miré hacia abajo y cerré los ojos. Quería esconderme un poco para poder pensar con claridad. Si mi padre era líder del gobierno,¿por qué no evitó que fuese sorteada?¿No me quería?
-¿Te sientes bien, Avalon?-preguntó Noah-.Te ves pésimo-tocó mi frente con su mano para ver si estaba caliente, pero yo no me sentía enferma, solo cansada.
-Sí, estoy bien-respondí-. Solo me siento un poco cansada, eso es todo-la verdad, quería llegar lo más pronto posible al lugar que me llevaba Noah. No sabía a dónde era, pero espera que hubiese un lugar donde dormir.
-No te preocupes-me dijo-.Pronto vamos a llegar, aguanta un poco- recostó mi cabeza sobre la almohada otra vez y me arropó con una de las mantas. Yo me quedé viéndolo, viendo como se alejaba hacia el asiento en frente a mi. Noah seguía mirándome, como si se fijara de que estaba bien, de que seguía con vida. Yo traté de mantener los ojos abiertos, pero el sueño me venció y me dormí sin poder evitarlo.
Esa noche tuve otro sueño, esta vez yo era más grande. Tenía trece años y estaba sola en casa, con mi padre. Yo estaba sentada en una mesa haciendo tareas y él sentado en frente a mi, leyendo el periódico. Su mirada era muy diferente a como había sido en el sueño anterior. Ahora se veía más serio, incluso parecía enojado.
-¿Ya terminaste Avalon?-preguntó, en un tono fuerte.
-Ya casi, papá. Solo me falta un ejercicio.
-Ya deberías haber terminado hace mucho-se quejó, mirando el reloj que llevaba en la mano-. No entiendo porque hoy estás tan lenta...
Me entristecí un poco. Este no era el papá que recordaba del sueño anterior. Estaba muy distinto.¿Sería porque mamá no estaba? Traté de ignorarlo y continué con mi tarea. Al hacer la última hoja de ejercicios mi lápiz temblaba. Tener a mi padre en frente, mirando cada movimiento que hacía no ayudaba mucho, me ponía muy nerviosa.
En unos pocos minutos terminé la hoja. Me levanté de la mesa y me acerqué al otro extremo de la misma, donde papá seguía leyendo su periódico mientras bebía una taza de café. Estaba nerviosa por su reacción. Quería que estuviera orgulloso de mi.
-Ya terminé, papá-dije, le di mi cuaderno para que la pudiera revisar. Él leyó atentamente. Al principio, su cara estaba normal, pero al llegar a la mitad de la hoja noté un cambio, estaba enojado.
-Tienes un error en el ejercicio cuatro-dijo, disgustado-.¡Este ejercicio es fácil, Avalon! ¡Lo haz hecho miles de veces!
Volví a entristecerme. Me había esforzado muchísimo para obtener su aprobación, pero él seguía pidiéndome más y más. Estaba furiosa, tenía ganas de decirle que me dejara y que me mandase al lugar donde estaba mamá.
-Si mamá estuviera aquí todo sería mejor-susurré despacio. No quería que papá me oyera, pero giró la cabeza con una cara de enojo supremo.
-¿Qué fue lo que dijiste, Avalon-preguntó-.¿Podrías repetirlo?
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Atrapada (TERMINADA)
Misterio / SuspensoEn un gobierno donde la raza humana debe ser castigada con vida, Avalon despierta completamente sola en su habitación del Hotel Matanza. No sabe cómo ni cuándo llegó ahí. Tampoco conoce al chico que acaba de abrir la puerta de su habitación. Pero cu...