Después de haber anhelado tanto que arribara de su misión, ahora me preguntaba a mi misma si tendría las fuerzas para encararlo o el coraje para verlo a los ojos. Porque ahora, era más claro que el agua que todo ese repentino amor y protección y cariño, solo debía a una razón. El verdadero motivo de porque me odiaba ella y porque me amaba él.
Parecerme a Elizabeth.
¿Cómo había podido ser tan cruel?
¿Cómo podía creerle ahora? Si nunca me dijo que ellos dos habían estado juntos, estuvo con ella y fueron pareja, ¿Qué razón lo había llevado a estar conmigo ahora? ¿Acaso nunca pensó en que podía enterarme de la relación que tuvieron? Hubiera sido Jill o cualquier otro, no hubiera cambiado el hecho de que estuvieron juntos en el pasado. Entonces, ¿Por qué? ¿Por qué estaba conmigo ahora?
Una sustituta.
Cuando escuché los helicópteros acercarse, aun estando en el sótano de las instalaciones, supe que el capitán Redfield había llegado. Y dolida ya a más no poder, por un momento pensé, que habría dolido menos que desde un inicio hubiera llegado a mí y me dijera: —Tu hermana está muerta, ¿Puedo tenerte ahora? Son idénticas, nadie notara la diferencia.
Pero no, claro que no, porque eso habría sido tener consideración conmigo y era claro que en este lugar nadie la tenía. ¿Qué tanto mal te puede hacer una persona? ¿Qué tanto te puede dañar las decisiones y acciones que toma si está lejos? ¿Cómo puede aun seguir afectándote?
Incluso en otra ciudad, incluso del otro lado del mundo... incluso muerta.
—Hola, Elle. —sonriente entró a la habitación y pronto lo tuve cerca de mí.
Elle, ¿De Elizabeth o de Eleanor?
Contento, tomo mis manos después de sentarse a mi costado. En un último atisbo de fuerza que tuve, quise oír de su boca, quise saber la verdad por sus propias palabras y con la curiosidad subiendo por mi garganta igual que un amargo reflujo, me obligue a mirarlo.
— ¿Qué pasa, Elle? ¿No te sientes bien, verdad?
Insidiosas, las ideas que mi mente se formaba comenzaron a torturarme creando historias en las que nunca fui yo para él, si no, Elizabeth.
¿Por eso conocía tan bien mis gestos? ¿Por eso sabía cuando estaba mal por las pruebas? ¿Cuándo estaba feliz o triste? ¿Era por ella que las reconocía y ahora conmigo las recordaba?
—Claro que no. —se contesto a si mismo ante mi silencio y se levanto de la cama caminando alrededor—. Pero, ya no tienes porque seguir preocupándote por eso, las pruebas se terminaron, ya no habrá más.
Eso si me había alegrado escucharlo, respiré aliviada imaginándome libre de esa habitación llena de probetas y jeringas.
—Sí, ya me he enterado de eso... Jill me dio la noticia.
Su rostro al oírme, pareció distorsionarse un poco. Bajo la mirada y camino hasta los pies de la cama.
— ¿Puedo preguntarte algo, Chris? —nervioso, su semblante había cambiado un poco drásticamente—. ¿Por qué Jill me odia?
Aturdido, un poco lento tardo en responder mi brusco cambio de conversación. Después de todo, yo aun seguía sin saber que era lo que Elizabeth le había hecho.
—Ella no te odia. —fue lo primero que dijo—. A ti.
—Su recuerdo le pesa mucho para no concederme siquiera la oportunidad de demostrarle que yo no soy ella. —Remarque con ahincó la última frase—. Porque eso no explica el porqué no le agrado en absoluto.
Delante de mí, se cruzó de brazos mirando hacia todos lados, excepto a mí. Me enderecé y estiré mis manos hacia él para invitarlo a aproximarse, y con falsedad le sonreí consguiendo que aceptara llegar hasta a mí. Tome sus manos y lo miré a los ojos.
—Chris, dime la verdad, ¿Qué le hizo Elizabeth a Jill?
—Fue cuando ella demostró ser impostora, en una misión donde la atraparon junto a Wesker. —se removió incomodo al mencionarlo—. Iba junto a Peyton, su compañero y amigo de antaño... Elizabeth lo mató y Wesker la lastimo al punto de dejarla en coma durante seis meses. —Afectado al recordar, negó con la cabeza ante esa imagen—. Jill ni siquiera pudo despedirse de su compañero, no pudo ir al funeral y darle un último adiós.
—Es doloroso, lo entiendo, pero ¿Eso es todo? Ella también mató compañeros tuyos y nunca me has tratado así.
—Es que... era un secreto, el que Peyton y Jill...
— ¿Eran pareja? —asintió ante mi pregunta y desvió el rostro.
Así que eso era...
—La ve a ella en vez de a mí, solo la ve a ella y lo que hizo. —Chris bajo su rostro apartando su mirada de la mía—. Chris, ¿Tu a quien ves? ¿Me ves a mi o a ella? ¿Ves a Elizabeth o a Eleanor?
Sus ojos se cruzaron con los míos, pero no me contesto.
Fue preguntarle la misma muerte, mudo solo me observó.
Jamás me amo a mi de verdad, solo me convirtió en la sustituta de la mujer que amaba.
No menciono en ningún momento que él y ella habían tenido una relación, ni siquiera por lo que le estaba cuestionando fue capaz de decírmelo. ¿Cuál era su plan? ¿Qué tenía pensado hacer?
Entonces, ¿Por qué motivo estaba enamorado de mí? Ya nada tenía sentido y cuando lograba encontrar una luz que alumbrara el valle de penumbras que era mi mente, solo me guiaba al mismo lugar.
Chris nunca me iba a decir lo de Elizabeth porque no quería perder su recuerdo; tal vez creía que al no decírmelo el encanto de su mentira permanecería y él entonces, nunca la habría perdido, porque ahora ya tenía el reflejo del espejo de Elizabeth.
Cuando me dieron mi fecha de salida, resolví la idea en mi cabeza.
Así como no tendría nada a que volver a la que era mi casa, tampoco tenía nada a que quedarme a su lado.
Suerte la mía, justo cuando me dieron de alta, él tuvo una misión... no habría despedidas, no habría más mentiras ni más falsedades al oírlo decirme que me amaba y que volvería para irnos y vivir felices juntos.
Porque yo ya no estaría cuando a su regreso.
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The reflection into mirror
FanfictionUn pasado tormentoso la obligo a escapar de las manos que solo la lastimaban, de los ojos que la criticaban y de las palabras que la castigaban. Y por algo que no tenia la culpa. -¡Yo no soy ella! ¡Yo no soy Elizabeth! ¡Yo no soy ella! -comencé a g...