Me recostó en la cama y se sentó en el borde de está observándome, se quitó las gafas y me permití, aunque fuera por unos segundos admirar es color de sus ojos. Mi respiración aún no se controlaba, mi pecho subía y bajaba a su compás.
-sabes no eres tan irritante como tu hermana; rodé los ojos, al parecer todo me era bueno mientras no la mencionarán; en definitiva, eres más hermosa que ella; eso si era nuevo...; siempre en las sombras ¿No? Eleanor; no negare que escuchar mi nombre salir de su boca con esa voz que lograba... echar a volar mi imaginación
-no te comprendo; dije sincera; eres como una máscara que oculta lo que de verdad eres; negué con la cabeza acomodándome entre las almohadas y cerré los ojos un segundo
-no tenía intenciones de que me entendieras; de nuevo su arrogancia broto de su maligno ser; ni tu ni nadie, solo quiero lo que me sirve de las personas y si no sirven...
- ¿Las deshechas? ¿No?; era muy obvio su respuesta y su silencio lo avalo; es ingenioso, malévolo, pero ingenioso, así que, cuando ya no te sirva ¿Me desecharas?
-sí; bueno eso era lo principal, para empezar ni siquiera me quería a mí, me refiero a mi persona, quería el virus; pero aún no termino de obtener todo lo que quiero de ti
No sé porque, pero me fue inevitable morderme el labio cuando dijo eso, su sonrisa ladina me hizo sospechar algo, pero no me creí tan importante como para que fuera a pasar. Si no le hacía caso a esa mujer llamada Excella que parecía creación del Botox y Angelina Jolie, ¿Qué podría interesarle de mí?
Se inclino sobre mi haciéndome hundirme más contras las almohadas, pero no tenía escapatoria, su aliento choco con mi rostro y cerré los ojos permitiéndome gozar de esa sensación momentánea. Sus manos subieron por mis brazos y ladee la cabeza al percibir el roce de sus labios sobre la piel de mi cuello. Sin embargo, se detuvo.
Lo mire muy extrañada a los ojos y una sonrisa de gato estaba en dibujada en su cara, se alejó reincorporándose con el mismo desdén de siempre y me levante en el colchón sobre mis codos.
-tendrás que pedírmelo...
Salió de mi habitación dejándome ahí sola. ¿Pedírselo?
No solo era humillante el hecho de pensarlo, también lo sería el tener que hacerlo y más humillante seria que me dijera que no. Sin más que hacer por el momento, decidí dormir.
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The reflection into mirror
FanficUn pasado tormentoso la obligo a escapar de las manos que solo la lastimaban, de los ojos que la criticaban y de las palabras que la castigaban. Y por algo que no tenia la culpa. -¡Yo no soy ella! ¡Yo no soy Elizabeth! ¡Yo no soy ella! -comencé a g...