Había pasado una semana desde esa noche, los análisis a los que me sometían bajaron de intensidad, porque terminaba toda cansada y adolorida, y no me gustaba que mi hijo me viera así, supongo que por orden de Albert o porque por fin se pudieron humanizar, los científicos cesaron lentamente. Yo tenía un miedo terrible de dos cosas, la primera, era de haber quedado embarazada de Albert y la segunda, no estarlo y tener que volver a estar con él.
Pero ni el doctor Birkin ni él me decían nada. Lo que hacía aumentar mi miedo.
Una tarde luego de las pruebas camine por los pasillos para poder tomar el elevador e ir con mi hijo. Pero, me encontré con Excella, quien, para su rara usual, cortésmente me llevo a su oficina. Me sirvo un trago y se sentó frente a mí con toda la calma del mundo.
-lo siento, de verdad; dijo sin más mirándome a los ojos cuando le di el primer trago a mi copa; yo sabía que esto pasaría, pero lo deje
- ¿A qué te refieres?; cuestione con cierto recelo, no me convencía de ser un alma caritativa de la noche a la mañana
-lo de Albert; la miré extrañada de su mención; ya me enteré de su plan; se cruzó de piernas sin perder su elegancia; ¿Te dijo que era la única manera para que los virus pudieran...?
- ¿Tener sincronía?; la complete al ver que no hallaba la palabra completa; si, eso dijo; asintió con la cabeza en un movimiento que por un momento pareció dolerle
-no creí que llegara a tanto, pero supongo... sin embargo, ¿Qué sabemos nosotros del corazón humano? ¿No? Un día crees que estas con un ser sin alma que carece de sentimientos y al otro estas con un hombre que quiere un hijo para darle todo su legado y formar una familia; negó con la cabeza algo melancólica
- ¿Qué pasa Excella? ¿Qué sucede? Déjate de rodeos
-supongo que eres una mujer fuerte para pedir las cosas directas; asentí sintiéndome orgullosa; yo hubiera necesitado que me lo dijeran con peras y manzanas
-por favor; pedí algo exasperada por su actitud
-bien, la verdadera razón por la que Albert te pidió eso y dijo todas esas cosas no fue por el virus; me enderece en mi asiento esperando la verdad que me estaba confesando; es que... que, ¿Cómo decirlo?
- ¡Dímelo!; perdí los estribos y me pareció verla disfrutar el momento
-es que Albert y Elizabeth estaban esperando un hijo cuando ella murió
También me había mentido. Sabía que no esperaba nada bueno de él, pero ¿Esto? Me mordí la lengua para no llorar, sin embargo, era demasiado. No solo me uso como su probeta experimental con el virus, ahora me quería como una incubadora solo para darle el hijo que no tuvo con mi hermana.
-lo lamento de verdad, de mujer a mujer, sé que esto puede dolerte; mi barbilla empezó a temblar y contuve unos momentos mi respiración; quisiera poderte haber dicho algo antes, peor él no me dejo, lo conoces
-no, no lo conozco; me levante del asiento y deje la copa en la mesa de centro que nos separaba; gracias por tu información Excella
-no tienes nada que agradecer, soy mujer también, y si me hubiera pasado a mí, de verdad hubiera querido que alguien me advirtiera; finalizo y salí de su oficina
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The reflection into mirror
FanfictionUn pasado tormentoso la obligo a escapar de las manos que solo la lastimaban, de los ojos que la criticaban y de las palabras que la castigaban. Y por algo que no tenia la culpa. -¡Yo no soy ella! ¡Yo no soy Elizabeth! ¡Yo no soy ella! -comencé a g...