Una gran explosión se escuchó a lo lejos del corredor donde estaba mi celda, solo esperaba que mi hijo aun no llegara, claro si Leon había cumplía su promesa de traerlo, luego de haber hecho que tuviera sexo con él. Era algo raro. Pero era atractivo, no podía pasar desapercibido. Sin embargo, seguía sin saber que ganaban él forzándome a eso.
Pero no ahora, yo tenía un esposo, una familia. Tal vez antes estuviera encantada, pero ahora, no tenía intenciones de repetir la escena.
Guardias y agentes llegaron a la zona, era un caos. Las celdas permanecieron cerradas y la desesperación comenzó a calarme, este era un buen momento para escapar y poder buscar a Jake para salir de aquí e ir por Adam.
Como una sombra, y atisbos gatunos, frente a mi reja apareció una mujer, a lo mejor asiática, de cabello corto y azabache. Me miro unos segundos y entendí perfectamente, también había sido amiga de Elizabeth, nótese el sarcasmo.
-tenemos que irnos; dijo sin más y arrojo algo hacia mí, una pequeña esfera que exploto soltando una estela de gas que me hizo adormecerse al instante
Desperté.
Hacia un frio de infierno, muy contradictorio, pero, estaba helando y solo tenía una vieja chaqueta azul de cuadros cubriéndome, y en ese momento me pregunte que daba más calor, conservarla o quitármela. No cumplía la función de darme calor, todo lo contrario que me lo estaba robando. El sonido del helicóptero entro en mi audición, mire por la ventana, escapar de esto no era una buena opción. Las alturas nunca habían sido mis aliadas.
Y el mar oscuro bajo el helicóptero me aterro un momento, el agua estaría más fría si por mi mente pasaba intentar saltar.
-me alegra que despertaras; dijo la mujer cubierta por un saco de piel, que se veía deliciosamente calientito; faltas mucho para llegar, pero podemos conocernos más; parecía ansiosa de algo; ¿Por qué le dijiste eso a Leon?
-te equivocaste de mujer; me senté en el suelo del helicóptero; yo no soy Elizabeth, soy Eleanor... Eliza; recordé mi nuevo nombre y la etapa en la que viví unos momentos
-claro; dijo la mujer tirándome a loca viendo por la ventana
Los dos hombres nos vieron unos instantes, podía deshacerme de ellos, si podía, podía hacerlo. Me levante poco a poco sintiendo mis huesos tronar y para desentumirme, la mujer no dejaba de verme, sabía que algo planeaba, tome el extintor y golpee a un sujeto en la cabeza. Su amigo se fue contra mí y por accidente abrió la puerta dejando que el aire frio me entorpeciera un segundo. Así que aprovechando la posición en la que estábamos, lo arroje sobre mi cuerpo y su grito se perdió en la gravedad y a pesar del ruido de las aspas del helicóptero se escuchó el sonido cuando entro al agua. Un sonido, el arma se disparó y la bala atravesó mi brazo. Me giré cayendo sentada en el suelo otra vez y con mi mano libre cubrí la herida viendo la sangre salir, la mujer me había disparado. El hombre que despertaba luego de mi golpe, me apreso y cerró la puerta de la nave
- ¡No puedo con esto más!; grite y ambos me miraron extrañados; ¡Mátame de una vez si piensas hacerlo!; negó con la cabeza y retomo su elegancia, guardando su arma; ¡No soy Elizabeth! ¡Soy su hermana!
Baje la mirada y las lágrimas hicieron su aparición, ¿Cuánto más me atormentaría su reflejo? Si lograba enojar a la chinita, tal vez me dispararía y acabaría todo para mí, Jake cuidaría bien de Adam. Pero ni siquiera me quedaron fuerzas para hacerlo. Sintiendo su mirada, el hombre fue a la cabina dejándonos solas. ¿Se burlaría de mí?
- ¿A qué te refieres con que no eres Elizabeth?; la mire sintiendo el carmín escapar de mi brazo tiñendo la chaqueta
-soy su hermana, nuestro parecido es infernal ¿No?; no espere a que me respondiera, era claro que analizaba mis palabras; mi hermana, su copia, un parecido espectacular... soy su maldito clon
Ella bajo la vista y dejo su arma a la vista, ¿Estaba jugando conmigo? ¿Por qué exponerse así? Pero no la tome, espere.
-me creas o no, yo también pase por algo así; la mire con curiosidad y ella siguió; hace unos años, también tuve un clon que hizo y deshizo en mi nombre, se lo que se siente
Después de eso se mantuvo callada y luego cuando el piloto dijo que faltaba poco para llegar, se puso a mi lado, el virus en mi cuerpo había hecho su trabajo, había dejado de sangrar y ya no había tal disparo en la piel de mi brazo.
-por una vez... quisiera ser la buena de la historia de alguien; susurro y sentí como ponía el arma en mis manos mientras ella tomaba otra pistola.
Apenas aterrizamos comenzó a dispararle a la gente que nos esperaba, quienes no tardaron en atacarnos. Sin saber muy bien de que iba todo esto, decidí seguirla. Tomamos un auto y emprendimos camino por la carretera siendo iluminadas por las luces del carro y la luz de la luna.
- ¿Por qué me ayudas?; pregunte recuperando el aliento
-yo también sé que se siente cuando te culpan por algo que hiciste, que no te crean... incluso el hombre que dice amarte
Tal vez ella no lo sabía, pero había sido un golpe bajo, lo demasiado como para dolerme peor que el balazo que me había metido. Nos quedamos en silencio y al vislumbrar un auto, nos detuvimos. Su plan era fácil, dejar este auto porque de seguro tenía un rastreador y tomar uno nuevo para salir de su radar, sabía que si me traía a donde fuera que sea, era porque quien la había contratado la creía profesional, pero ahora, parecía no serlo. Realmente se veía desesperada por no pasar por lo mismo. Su confesión. Sentía lo mismo que y yo y sus palabras. Que no te crea el hombre que dice amarte. Me dolió.
-dijiste que no querías seguir siendo la mala de la historia ¿Por qué?; insistí una vez nos acomodamos en el nuevo auto
-es una larga historia, creo que él se victimizo ante los ojos de los demás y me hizo parecer la mala; dijo vagamente sin coherencia; no me creyó y por culpa de tu hermana, el poco amor que había entre nosotros se esfumo, te lo dijo, es una larga historia
-pues si salimos de esto... espero que me la puedas contar
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The reflection into mirror
FanfictionUn pasado tormentoso la obligo a escapar de las manos que solo la lastimaban, de los ojos que la criticaban y de las palabras que la castigaban. Y por algo que no tenia la culpa. -¡Yo no soy ella! ¡Yo no soy Elizabeth! ¡Yo no soy ella! -comencé a g...