Pasados unos largos minutos, Eun Ha finalmente sintió cómo un mínimo fragmento de paz invadía su ser.
Lentamente, Eun Bi la dejó ir, ofreciéndole su mano, para levantarse.
Sin mucho por cuestionar, Eun Ha la aceptó, no sin antes recoger sus cosas, y guardarlas en su mochila.
El camino fue silencioso, tal vez un tanto incómodo.
Como era de esperarse, la casa estaba completamente vacía, lo cual le ahorró una significativa queja a la chica de cabello corto.
—¿Estás mejor? —preguntó Eun Bi, envolviendo inmediatamente a la mayor en una toalla.
—Sí, sí —respondió ella, con una pequeña sonrisa—. Gracias... por todo.
Entonces, la puerta detrás de ellas se abrió.
—Vaya, ¿me trajiste un juguete, Eun Bi? -interrogó Ye Rin, ingresando en la casa, junto con otras tres chicas—. ¿Por qué trajiste a esta cosa a mi casa.
Ella observó a Eun Ha, de arriba a abajo, quien simplemente le respondió con un tímida mirada.
—Porque esta es mi casa también, y Eun Ha es mi amiga —defendió la menor, tomando a esta última de la mano, para guiarla al segundo piso, y posteriormente a su cuarto.
Una vez allí, Eun Bi comenzó a buscar entre su ropa algo que encajara con el estilo de la más baja, pues ambas vestían de maneras muy diferentes; Eun Ha no utilizaba muchos colores, mientras que ella prefería vestir como si de un arcoiris se tratara.
Hecho esto, le entregó las prendas a la mayor.
—Gracias, pero, creo que ya debería irme —habló Jung, con intenciones de devolverle la ropa, cosa que a la que la contraria se negó complemente.
—No, no voy a permitir que te vayas ahora y te enfermes —insistió Eun Bi, haciéndose a un lado, para que Eun Ha pudiera pasar al baño, a cambiarse.
Pocos minutos después, ella regresó a la habitación, ya vestida.
Hwang tiró de su ropa para que se sentara junto a ella, en la cama.
—¿Por qué estabas llorando? —preguntó, directamente, llevando su mirada a ella—. Tal vez no debería meterme; solo quiero saber si puedo ayudarte en algo.
La de cabello corto se mantuvo en silencio durante algunos segundos, para finalmente dejar escapar un pesado suspiro.
—Las cosas en mi casa no han ido muy bien últimamente. En realidad, nunca lo han estado —confesó, llevando su mirada a sus manos, colocadas sobre su regazo—. Supongo que ser hija única y decepcionar a tus padres con tu solo nacimiento no es lo mejor que podría pasarte.
—No digas eso —protestó Eun Bi, llevando una mano a sostener la suya—. Eres una persona hermosa y muy inteligente, ¿por qué estarían decepcionados de ti?
—No me conoces bien, Eun Bi -insistió Eun Ha—. No querrías ser amiga de esta "cosa", como me llama tu hermana y el resto de la escuela.
—Entonces, ¿yo debería decirte que no te acerques a mí por ser "la nada" en la escuela? —La menor se sentó un poco más cerca de ella, para mirarla, con una sonrisa—. ,Quiero conocerte, y que seamos amigas. Estoy segura de que eres aún mejor chica de lo que pienso.
Finalmente, Eun Ha le devolvió la mirada, mostrándole una tímida sonrisa.
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¡holaaa! si leyeron mis quejas en mi tablero, probablemente no les importe, pero igual les aviso que me siento mejor y como verán logré actualizar, ah. ;) espero que les esté encantando la historia, y, de nuevo, gracias por todo el apoyo. si tienen alguna sugerencia no duden en comentarla. <3
