Entre todo el mar de estudiantes, Eun Ha logró, finalmente, localizar a hija menor de la familia Hwang.
—Eun Bi —llamó, una vez logró alcanzarla, y la tomó por la muñeca.
Ésta, por su parte, giró su cabeza hacia ella, para lanzarle una vacía mirada.
—Déjame en paz, Eun Ha —ordenó, sacudiendo su mano, hasta lograr que ésta última la soltara.
No conocía del todo a Eun Bi, eso era evidente, pero, ¿realmente, debajo del ángel que aparentaba ser, se escondía una persona igual a su hermana?
Eun Ha dejó escapar un suave suspiro, mientras un nudo comenzaba a formarse en su garganta.
—Espero que ahora sepas con quién no debes meterte —habló una voz a sus espaldas, a escasos centímetros de su oreja—. Ella está tan decepcionada de ti, y no por el hecho de que tuve que decírselo yo en tu lugar; nos das asco.
Una pequeña, casi invisible, lágrima logró escapar de sus ojos, para recorrer rápidamente su mejilla.
La mañana transcurrió solitaria, que, si bien era algo normal, ya no podía acostumbrarse a no tener a Eun Bi.
La había visto pasar repetidas veces por la puerta de su salón; ella de encargaba de cubrir su rostro con su cabello si habían posibilidades de cruzarse con la de cabello corto.
Los momentos juntas, si bien no eran demasiados, lograban sacarle una triste sonrisa.
Una completamente a la que Eun Bi le provocaba por el siempre hecho de estar allí.
¿Qué haría ahora? ¿Regresar a su vacía y asquerosa vida?
Definitivamente, ésta última no estaba dentro de sus opciones.
¿Valía la promesa que apenas el día anterior había hecho con Eun Bi?
Por supuesto, valía, y demasiado; pero, si para ella, seguramente, era equivalente a la nada misma, ¿qué más podía hacer?
Sin saber en qué momento, la clase ya había finalizado, por lo que, lentamente, comenzó a guardar sus cosas en su mochila, para posteriormente salir del salón, caminando como si el peso de su cuerpo fuera demasiado para sus pies.
Sin preocuparse por mirar a los lados, comenzó a cruzar la que era la última calle que la separaba de su casa.
De todas formas, podía escuchar un auto cada vez más cerca de ella.
Giró, lentamente, su cabeza hacia la fuente del sonido; Eun Ha no pensaba salir corriendo, y ya era demasiado tarde para que el conductor frenara el auto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡holaaa, cosis! uwu ya sé que esta actualización tocaba ayer en la noche, pero decidí invertir ese tiempo en actualizar "next". (es un milagro que haya actualizado hoy bc dormí tres horas y me siento muy mal disculpen por ser tan cruel conmigo misma). espero que les haya gustado el capítulo (ahre) mentira, no me peguen, yo los amo. ;w; por cierto, estas dos últimas actualizaciones se las deben a loona, butterfly me re ayuda a concentrarme #datazo. los amo. uwu <3
