"Existe un lugar donde los Dioses gobiernan, un lugar donde la magia existe y las criaturas fantásticas de los mitos y las leyendas asoman en cada esquina. Ese lugar se llama Eriandor.
El gobernante de los Dioses es elegido mediante una competición...
Al abrir los ojos lo único que se dibujó frente a él fueron oscuras sombras, que poco a poco fueron tomando la forma de una habitación. Estaba tirado en la cama, semidesnudo, y le dolía la cabeza. Cuando se llevó una mano a esta se dio cuenta de que llevaba una especie de guantelete en su mano izquierda, de color dorado parecía apreciarse, y formado por una multitud de púas en forma de escamas que recubrían su mano y la mitad de su antebrazo.
-Ahh... -Suspiró mientras se reincorporaba hasta quedar sentado en el borde del colchón, mientras continuaba mirando a su alrededor tratando de encontrar alguna referencia conocida. -¿Dónde demonios estoy? -Preguntó al aire, sin obtener respuesta alguna. No podía recordar dónde estaba o cómo había llegado allí, aunque algunos flashes asaltaban su pensamiento, unos recuerdos extraños sobre algún tipo de videojuego.
Poco a poco el entorno se iba aclarando, sus ojos parecían estar acostumbrándose a la oscuridad que lo rodeaba, y así encontró un armario al fondo de aquella habitación. Una especie de luz roja emanaba de las rendijas de aquel armatoste, antiguo y desgastado, así que abrió la puerta. Ante sus ojos había una camisa de lana colgando de una percha y un pantalón de cuero desgastado tirado bajo sus pies. Decidió que mejor llevar eso que continuar en ropa interior, y se vistió rápidamente.
Sin embargo, según se había puesto su camisa, un panel azul apareció frente a él.
"Objeto Equipado: "Camisa de Lana", +1 Armadura"
Su rostro era un poema, trató de tocar el panel luminoso, pero solo lo atravesaba como un haz de luz. En apenas unos segundos, tal como había aparecido, desapareció. Miró entonces el pantalón y se lo puso rápidamente, buscando que volviera a aparecer aquel panel.
"Objeto Equipado: "Pantalón de Cuero desgastado", +1 Armadura"
-¿En serio? -Preguntó para sí mismo, mirando su ropa y al panel. Entonces, una duda surgió en su mente, quería saber cuánta armadura tendría en total, y sólo con aquel pensamiento, se manifestó un nuevo panel, uno mayor, mucho más extenso y detallado que los anteriores. Su Estado.
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¿Qué demonios significaba todo aquello? ¿Nivel? ¿Clase? ¿¡Raza!? Y aquellas estadísticas... Realmente todo parecía un videojuego. Sin embargo, sentía que no podía quedarse ahí parado todo el tiempo, de modo que salió de aquella habitación y comenzó a inspeccionar aquella casa. Parecía antigua, la gran mayoría hecha de madera envejecida y carcomida. En el comedor apenas había un sillón y una mesa, ningún rastro de tecnología moderna a la vista, casi parecía algo propio del medievo.
-Supongo que no podía esperar una smart tv, ¿eh? -Dijo con una sonrisa, mientras miraba un armario que se encontraba en la pared del comedor, del cual salía una tenue luz roja, al igual que antes con la ropa. Al abrir el armario encontró una pequeña bolsa, la cual desapareció en cuanto se lanzó a cogerla, apareciendo en el acto un panel azul con una nueva información.
