Shawn se encontraba al sur del Templo Central, el lugar donde había derrotado a la gárgola. Se había reagrupado allí para lanzar una ofensiva directa y de frente a aquel edificio.
La vista del inmenso templo con aspecto clásico era espectacular, y la seguridad del mismo parecía bastante competente. Si quería enfrentar al Basilisco debía hacerlo sin sufrir bajas en su ejército, de modo que decidió colarse discretamente en el templo. Para hacerlo, llamaría la atención de sus guardias usando a los propios Guardianes, que ahora se encontraban convertidos en guerreros de sombra de buena calidad.
-Marchad. -Dijo con voz solemne, mientras se cubría la cabeza con la capucha de la túnica y se escabullía hasta la parte trasera del templo.
Las cuatro inmensas bestias comenzaron entonces su avance. Decenas de animales reunidos por la plaza, que estaban siendo contenidos por los guardias del templo, fueron sus primeras víctimas. Fueron prácticamente arrasados, cada paso que daban las bestias significaba la muerte de una decena de criaturas.
Los guardias se trataron de interponer, pero al ver cuan inútiles eran sus esfuerzos por detener el avance de aquellos seres, el capitán de la guardia no tardó en ordenar una retirada. Al menos habían ganado unos segundos, aquello era suficiente.
También lo era para el propio Shawn, que se acercó por detrás hasta la entrada del Templo Central sin apenas problemas. En ese momento, Dean salió con su pequeño grupo de compañeros a tratar de detener a las bestias. Alzó su mano y trató de conjurar un ataque, un disparo que podría poner en aprietos a sus soldados si lo recibían de frente.
Shawn ordenó a Naya crear un muro frente a ellos, algo que hizo sin cuestionar por un segundo la orden de su señor. La esfera avanzó hasta estallar contra la barrera, provocando la sonrisa de Shawn, y la preocupación de Dean, quien solo podía estar extrañado ante aquella proeza, preguntándose si habían anticipado su ataque.
En medio del desconcierto, mientras los aventureros y guardias del templo se preparaban para avanzar por igual contra las bestias guardianes, Shawn se inmiscuyó dentro del edificio. Avanzó rápidamente siguiendo las indicaciones que había recibido de sus subordinados, y no tardó en encontrar un gran pasadizo que conducía directamente a la cripta donde descansaba el poderoso Basilisco.
En ese instante deshizo su invocación de los soldados de sombra, que se volvieron únicamente polvo y oscuridad ante las miradas de Dean y compañía. Rápidamente los volvió a invocar frente a él, ordenando que abrieran la enorme puerta que le separaba de la cripta.
Minos y Goliath, la gárgola, comenzaron a golpear con fuerza el portón, que poco a poco cedió ante sus golpes. Shawn alzó la mano, y una luz oscura envolvió los cuerpos de ambos guerreros de sombra, aumentando sus fuerzas notablemente. Un último golpe arrancó la puerta del lugar.
Shawn entró el primero a la cripta, un lugar que no había sido profanado en decenas de miles de años. Las esculturas a su alrededor llamaron su atención, pero no tanto como la figura esculpida en roca que resaltaba sobre la pared.
-Supongo que ese debe ser... -Dijo mirando a las cuatro bestias guardianes, quienes asintieron, algo amedrentados en su presencia. Quiros incluso instó a su señor a no despertar a aquel ser, pero fue reprendido rápidamente con solo una mirada.
-Confío en él. ¿Cómo lo saco de ahí? -Preguntó a sus subordinados, pero sin tiempo de esperar una respuesta, la tumba del centro comenzó a abrirse lentamente. -¿Ah? ¿Qué cojones...? -Una luz cegó a Shawn por un instante, y acto seguido desapareció. En ese instante, el enorme monstruo de la pared comenzó a cobrar vida.

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Eriandor
Fantasia"Existe un lugar donde los Dioses gobiernan, un lugar donde la magia existe y las criaturas fantásticas de los mitos y las leyendas asoman en cada esquina. Ese lugar se llama Eriandor. El gobernante de los Dioses es elegido mediante una competición...