Cap. 24

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Despues de pasar toda la tarde en el apartamento de Ivy viendo pelis, Curtis me llevó a casa.

Era hora de cenar y seguramente Dayan y William se preocuparian si no aparecia. Al entrar fuy directa a la cocina, estaban los tres sentados en la mesa esperandome.

- Mara cariño, dónde has estado?

- En el apartamento de Ivy

- Tienes mala cara, te encuentras bien?

Jayson me miró de reojo, se veia molesto y me importaba una mierda!

- Estoy bien Dayan - tomé asiento con ellos pero no prové bocado -

- Señorita, qué es eso de propinarle un puñetazo a la novia de tu hermano?

- Se lo merecia

- No quiero que eso vuelva a ocurrir entendido?

- Aja - contesté sin mirarlo dando vueltas a la comida con el tenedor -

- Cariño, no vas a comer?

- No tengo hambre - la miré - Por qué no me dijiste que mi tabla estaba rota?

- Oh eso..., lo siento tesoro, no encontré el momento adecuado para decirtelo pero no te preocupes pequeña, te compraremos otra de acuerdo? - negué sin ganas con la cabeza -

- No quiero que me compréis otra - me levanté de la silla - No tengo hambre, me voy a la cama.

- Seguro que te encuentras bien cariño?

- Si, buenas noches.

Salí de la cocina y me encerré en mi habitación. No pude resistirlo y volví a llorar desconsoladamente, supongo que tanta lágrima pudo conmigo y me quedé dormida en breve.

Me levanté a la mañana siguiente echa un desastre, no sabía ni que hora era. Me di una ducha y sin ganas me acicalé un poco, necesitaba respirar aire fresco asi que me puse el chándal y decidí salir un rato a despejarme.

Bajé al salón y escuché ruido en la cocina, supuse que era Dayan y me acerqué.

- Dayan? - pregunté al abrir la puerta -

- No está - me dijo Jayson cerrando la nevera -

- Y William?

- Tampoco, salieron temprano a navegar con unos amigos.

- Ah, ok.

Al salir Jayson me agarró del brazo.

- Mara, puedo hablar contigo?

- No - me deshice de su agarre y salí de la mansión pero Jayson me siguió -

- Por qué eres tan testaruda? - lo fulminé con la mirada -

- Y tú porqué eres tan cabrón?

- Ah, es eso... Estás celosa porque he vuelto con Natasha no?

Me sonrió de lado y se me acercó lentamente con intención de agarrarme de la cintura. Lo empujé antes de que sus asquerosas manos me tocaran.

- Pero qué te creés imbécil?! Piensas que puedes venirme cuando te venga en gana?! Tu y yo no tenemos nada recuerdas? Nada!

Salí echa una furia y di un portazo en sus narices.

Pero qué se creía el imbécil éste?! Conmigo no se juega niñato!

Corrí sin saber a donde me dirigia pero me daba igual, sentir el aire estamparse en mi cara me relajaba.

Rompiendo las olas (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora