Capítulo 8

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Antes de Marín

In the land of gods and monsters
I was an angel
Living in the garden of evil

Lana Del Rey

Después de un tiempo evitando el amor, el sexo se a convertido en aquello que suple el afecto carnal, aquel contacto físico con otro hombre me hace sentir sumamente bien...Por algunas horas.

Estoy aburrido en casa, es temporada vacacional, leer y ver películas se a convertido en una rutina cansada. Entro en una de aquellas aplicaciones en las cuales uno puede fingir ser quien quiera ser en busca de placer. En cuanto entro a la aplicación me llega un mensaje, Dos Tipos de 27 y 28 años en busca de un trío. El de mayor edad, es un chico alto, piel blanca, Una Sonrisa que puede ilustrar terror o alegría, labios delgados de un rosa intenso, Sus ojos son como las aceitunas. El otro chico es igual de alto que el otro, Su piel es morena, Perfecta, Grandes Pómulos, Labios prominentes, ojos de un café intenso. Los dos con una idea sexual interesante. Antes de interactuar con algún hombre siempre surge el temor de que todo sea falso, de que en realidad sea un secuestrador o algún viejo asqueroso, aunque todos esos temores no impiden que evite o cancele la cita. Ademas, no quiero perder la oportunidad con dos tipos como ellos, que son estéticamente atractivos. Antes de salir de casa me miro en un espejo, arreglo mi cabello, permufo mi cuerpo, arreglo mi chaqueta. Respiro hondo, estoy bastante nervioso, Dios, tanta es mi habré sexual o tanta es mi necesidad por un poco de placer que he llegado al extremo de tener un trío. Salgo de casa sin avisar, esta despreocupante actitud es tan preocupante; salir sin pedir permiso, arriesgando a que me secuestren o me pase algo y nadie se entere. A veces resulto ser bastante estúpido al momento de tomar decisiones.

Salgo de casa agitado, excitado. Me causa demasiado morbo el estar con dos hombres al mismo tiempo, es una nueva experiencia que de tan solo imaginarla me provoca una erección. Decido caminar esta vez, esta actividad relaja la ansiedad y me da demasiado tiempo para analizar todas las posibilidades de aquel encuentro. A dos calles antes de llegar al lugar donde quede de verme con aquellos chicos a lo lejos veo a Mael Y Marin, van tan absorto en su mundo que no notan mi presencia, lo cual agradezco rotundamente. Al verlos no puedo evitar sentir un poco de nauseas, Mael va con una camisa de cuadros roja la cual me trae muchos recuerdos de cuando estábamos juntos, Marín va con una playera color blanca. Marín es tan delgado y flacucho a comparación de Mael, el es alto y con demasiada carne en su cuerpo, no necesariamente por que sea gordo, su complexión resulta rara, no es gordo pero tampoco llega a ser delgado. Vuelve a golpearme la oleada de malos recuerdos al igual que todo lo bueno, no pude evitar sentir lastima, felicidad, envidia y celos, cada emoción con su respectiva justificación. Lastima por que sabia como terminaría esto, sabia que la estabilidad emocional de Marín estaba en declive, Felicidad por que la escena que presenciaban mis ojos era linda a pesar de que yo sabia el trasfondo de aquella historia, Envidia y celos por que aunque parezca contradictorio los sentia ya que los veía tan felices y despreocupados a comparación con nuestra relación.
Trate de evitarlos con la mirada y seguir a mi destino, no puedo permitir que el pasado se interponga en mi dosis para olvidar el pasado. Una buena dosis de sexo puede sanar las heridas.
Los dos chicos están esperandome donde acordamos, al momento de verlos la sangre se me sube a la cabeza, esa agitación abrumadora me ataca. Pero mantengo toda esa mierda para mí, uno de los secretos para atraer a las personas es mostrarte seguro de lo eres y de lo que tienes, aunque no sea mucho tienes que lucirlo y saberlo lucir con gran confianza.

— ¿Josué?—Habla el chico de mirada aceitunada. Su voz es masculina y jodidamente sensual. Me alivia demasiado saber que estos dos son reales y no son alguna trampa para secuestrarme. Aunque aun no lo estaría tan seguro.

—¿Carlos?— Hablo con demasiada confianza. Le muestro una sonrisa picara y llena de una carga sexual tremenda.

—Si, Te presento a Emanuel—Se acerca a mi oído y comienza a hablar muy despacio sobre él — Te haremos pasar una tarde estupenda, Dos vergas dentro de ti no estaría nada mal.

No puedo evitar sonrojarme ante tal vulgaridad. Emanuel Sonríe perverso, como si supiera lo que Carlos me dijo al oído. Estoy tenso, necesito liberarme de toda esta maldita energía.

—No, no estaría mal.

— ¿Qué es lo que no estaría mal?—Interviene Emanuel de manera traviesa.

Me acerco a el de manera juguetona. Mi desconfianza desaparece y la persona que soy normalmente muere dejando renacer a aquel que sale cuándo el juego sexual esta por comenzar.

—Un poco de esto— Pongo mi mano sobre su bulto. Es bastante prominente y eso me excita.

Quito mi manó y le sonrió pícaro, Carlos me ve sorprendió y excitado. Esta seguridad que me generan estos encuentros son de lo que más me satisface.

—Pues es hora de irnos, estoy ansioso por comenzar con esta velada—Carlos suena bastante excitado y no puedo evitar mirar su erección.

Al parecer alguien no podrá sentarse en bastante tiempo. Rió a mis adentros ante tal pensamiento. Al llegar al departamento de Carlos le tensión sexual comienza a aflojar, puede sentir esa energía fluir dentro de mi y dentro de mi miembro sexual. Mi respiración comienza a ser agitada. Estar con dos hombres sumamente inspiradores al momento sexual me prende mucho. En la entrada de su departamento, mientras Carlos se dispone a abrir la puerta, Emanuel roza su miembro erecto en mi culo.

Estamos ansiosos de provarte— Susurra a mi oído.

Comienzo a juguetear mi culo sobre su paquete, comenzando con el juego erótico que tanto me llena de vida.

Del amor y otras desgracias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora