Del amor y otras desgracias.

Capítulo 13

Josué

Para mi Admirar a Marín era admirar arte. En mis anteriores relaciones solo me mantenía ahí por el hecho de tener pareja, con Marín nació esa necesidad de enamorarme y lo logre. Al poco tiempo de comenzar a hablar y cambiar de perspectiva, sabia que el no se me declararia, así que lo hice yo un 30 de agosto, el acepto. La manera en la que le declare mi amor fue de lo menos romántica, fue al termino de un descanso, después de nuestras acostumbradas platicas sobre que nos gustaba en una relación (A esas platicas las llame "Platicas pre-Matrimoniales" por que JA JA, quería ser simpático) salio de mi de forma genuina.

—Ya sabemos muchas cosas de nosotros, Por cuestiones obvias — Lo miro divertido. Haciendo un pequeño guiño —Tu ya sabes algo de mi y yo se algo de ti. ¿Te gustaria que nos conociéramos dentro de una relación? o seguir conociéndonos hasta estar seguro de lo que queremos.

— las dos son buenas opciones, igual opino que ya tenemos un poco de contexto de nuestras vidas. Así que no se cual seria mejor, yo opino que la Primera me gusta más, pero no lo sé —Sonríe. Aquella sonrisa que me recuerda al mar aparece por primera vez.

— ¿Entonces?

— No lo se.

Respire hondo y tome todo el valor del mundo. Jamas en la vida me le había declarado a alguien (Otro punto de diferencia a mis otras relaciones) .

—¿Quieres ser mi novio? —lo digo como si fuera la cosa mas normal del mundo.

—Si, si quiero ser tu novio.

Me sonroje.
— ¿En serio?

—Muy en serió.

Como estábamos en la escuela y aun no sabia como era al cien Marín, estuve a punto de darle un beso pero lo evite cambiándolo por un abrazo. Aun no sabia como era su contexto escolar junto a su orientación sexual, Así que no quería incomodarlo. En alguna de nuestras "Pláticas pre-matrimoniales" Yo le advertí que era muy encimoso y empalagoso, el lo acepto diciendo que no había ningún problema, aun asi no sabíamos como seria la relación.

—¿Podemos vernos saliendo de la escuela? —Se lo pregunte nervioso. Ya que esperarlo conllevaba insinuar un beso.

—Si, Me encantaría verte. Te espero en la salida.

Cada uno se fue a su salón. Una sensación rara surgió en mi. Yo me sentía preso, acababa de comenzarían relación después de un año y medio de soltería, puteria y libertinaje. Era extraño comenzar de nuevo, Marín era mi salida de todo ese libertinaje. Estaba cansado de ser la segunda opción de muchos chicos que solo querían venirse en mi boca, Lo que yo necesitaba era algo estable; un "buenos dias", "buenas noches", "¿Como éstas?" un "Te amó" y tal vez Marín fue la primer opción en ofrecerme todo aquello.

En el camino me encontré a Fernanda, me miro sonriendo.

—¿Que pasó? — Su voz suena animada. Ella estaba al tanto del hilo que llevaba yo con Marín.

— Ya tengo novio. Esto no lleva ni una hora y ya me siento amarrado, privado de mi libertad.

—No Jodas Josue.

— Entiendeme, Llevo un año y medio sin tener nada amoroso con alguien. Me siento bastante raro.

—¿Crees Enamorarte?.

—No lo se, no lo creo. Tiene mucho tiempo que el amor en pareja dejo de ser prioridad para mí.

—Eso no quiere decir nada, el amor se da de forma natural.

—Por eso mismo, no sabemos si entre los dos surja.

—Quien diría que terminarías andando con el ex de una de tus amigas y con el ex de tu ex.

—Si lo pones de esa forma suena muy desagradable.

—Es la verdad y no conozco una forma mas sutil de describirlo.

—En eso tienes razón.

El día transcurrió de una forma rápida. Ningún jueves se me había pasado tan rapido como este, ningún jueves me habia regalado tantas emociones. Llego la última hora y con ello mi encuentro Con Marín. Nos vimos, le sonrei, me devuelve la sonrisa.

—¿Seguro qué no te incomoda que sea tan empalagoso?.

— Super seguro, me gusta que seas así.

—No quiero incomodarte con todo este asunto de las relaciones y el amor y los besos y estar juntos — hablaba bastante rapido y con voz nerviosa.

— No me incomoda — nos detuvimos debajo de un árbol, a lado de un faro de luz. Puso una de sus manos en mi maquilla y me beso.
Fue un beso torpe de mi parte, experto de la suya. Yo movía torpemente mis labios contra los suyos, sus brackets chocaron con mis dientes. Aunque no fue el mejor beso del mundo, me hizo olvidar mi entorno, mi corazón y mi vida dejo de avanzar por aquel camino que recorría y comenzó a orbitar en Marín. Su beso me hizo sentir que el amor podía venir en cualquier forma, y que estaría bien, sea como sea estaría bien. Su beso me dio libertad, una especie de libertad que nunca habia sentido con ninguna de mis relaciones.
Marín Martínez Valencia se acababa de instalar en mi corazón y en ese momento jamas me paso por la cabeza que tan importante se volvería. No llegue a pensar en todas las cosas que traería a mi vida, no pensé cuanto llegaría a amarlo al grado de dejar de amarme por amarlo a el. Dejar de prestarme atención por dársela a él, eso fue mi culpa. No lo vi en ese momento, no logre ver que el seria el centro de mi universo, mi motor, mi felicidad y una mas de mis desgracias. Marín se volvió el amor mismo, Mi niño, Mi luz. Marín en mi mente, Marín en mi corazón. Aquel chico alto con un pasado desastrozo y un corazón roto se volvía al chico que mas e amado, se volvió el ser más bello ante mis ojos. No podía mirar a nadie más, mis ojos solo le pertenecían a el.
Al final del día termine mareado, atontado, como si hubiera consumido algún tipo de droga, habia una sonrisa marcada en mi cara que no podía quitar. De camino a casa, mientras iba recargado en la ventanilla del transporte publico, aquel beso se reproducir en mi mente, no podía dejar de pensar en el y en la libertad que me habia brindado, siempre lo dire; no creí enamorarme de el, sin embargo lo hice.