Del amor y otras desgracias.

Capítulo 39

El amor te da la libertad. La libertad es una bocanada de aire, es correr si rumbo, es solitaria, esta llena de amor.
Hubo un día en el que fuimos completamente una pareja. El único día en cuatro meses donde salimos solo el y yo, el único día donde pude sentir su amor. Era tres de noviembre, quedamos de vernos un día antes, lo cancelo y pospusimos al siguiente día. Al principio pareció que no quería, pero después accedió. Antes de llegar estaba muy nervioso, tenía muchas ganas de estar con el, llevaba la boca seca. Llegue un poco tarde, él se encontraba sentado en una mesa en un parque, miraba su celular.

—Perdón Por tardar, se me hizo un poco tarde.

Me sonríe.

—No te preocupes, no tardaste tanto.

—¿Seguro?.

—Muy seguro.

Me siento frente a él. Le doy un chocolate junto a una carta.

—Me acorde de ti antes de venir.

—Muchas Gracias, eres muy atento.

El ambiente en un comienzo era bastante incómodo. Bastante raro.

—¿Y ahora que hacemos?.

—No lo se.

—Propongo que caminemos y me cuentes la historia de tu vida.

Sonrió y me levanto. El me sigue, camina conmigo a mi lado izquierdo.

—Mejor cuéntame la tuya, Josué.

—La mía carece de emoción, por el momento me encantaría escucharte.

—No lo se, no estoy muy seguro por donde comenzar.

—Desde que naciste.

—Eso sería un comienzo muy lógico.

—Bueno, Si tu vida fuera un color ¿Cual sería?.

Ríe. Comienza a fluir la conexión entre nosotros.

—No lo se, jamás me lo había pensado.

—Así es la vida. Inesperada, con cuestiones inesperadas. Piensa en todo lo que a pasado en tu vida y ponle un color.

—Mmmm.

Caminamos entre las calles. Él piensa, me roba miradas, le robó algunas otras.

—Azul y gris.

—¿Porqué esos colores?.

—el azul resulta profundo y tranquilizante. No es tan chillón como el naranja ni tan duro como el negro. Conserva esos tonos cálidos, además mis Brackets son azules. Y el gris por qué he teñido momentos grises. ¿Cuales serían los tuyos?

—Rosa y negro.

—¿Por?—Vuelve a sonreír.

—Van Mucho con mi personalidad. Son los colores que representen mi vida, muy tranquila, con calma y estilo pero también con sus tonos obscuros. Ahora, ¿Ya estás listo para contarme la historia de tu vida?

—Algo así.

Comenzó a desde su etapa en la primaria. Me contó sobre su infancia feliz, como conoció a dos de sus mejores amigas. Coincidimos en que sufrimos bullyng. Luego pasamos a la etapa de la secundaria, todo un dilema, me contó como conoció a Andy, como comenzaron su relación, Todo el tema de Mael. Nos sentamos en unos columpios, él hablaba, yo lo escuchaba admirado. Él podía hablar de sus ex's conmigo y no me molestaba, significaba que me tenía confianza. Me contó por que anduvo con Álvaro y él con se sentía incómodo. Me contó de sus hermanos, su relación con sus padres. Yo escuchaba cada detalle, cada parte de él se adhería a mi. Comenzaba a cobrar significado, él se volvía más importante en mi vida. Me hablo de los problemas con sus amigos, él como le dejaron de hablar, Me dijo como alguna vez cargo a su amiga para subirla a una ambulancia gracias a un ataque de asma.
Volvimos a caminar. Hablamos sobre música, sobre Taylor, Ariana, Gaga. Hablamos sobre lo que quería ser en el futuro. Hablamos de películas de terror y de mi miedo al tipo De Halloween.

—¿Te imaginas que Mayers saliera de entre los árboles e intentará asesinarnos?—Sonreía aún más. Amaba su sonrisa.

—Cállate. Imagina Tu qué Pennywise sale de entre la alcantarilla.

—No me parece para nada esa información.

Cambiamos de tema. Reíamos. Nuestras manos se rozaban, podía sentir esa conexión entre nosotros. Existía la esperanza.

—¿A qué te gustaría dedicarte?—Le pregunto a la vez que nos sentamos en una jardinera. Subo mi pierna sobre la suya.

—Me encantaría estar en la política, ¿Sabes? Como llegar a ser presidente o esas cosas. También llegue a pensar en ser maestro. Aún no estoy muy seguro. Quiero dedicarme a algo que me permita comprarme una casa muy grande.

—Puedo apostar que si te lo propones y luchas por ello, lo vas a lograr. Confía en ti.

—¿Crees que pueda lograrlo?

—Confió en ti. Se que llegarás muy lejos.

Caminábamos. Divagábamos. Acariciaba mi mano, nos mirábamos a los ojos. Hablamos de su familia, de como guió a su tío que venía de visita de USA por toda La Ciudad de México.
Lo veo y me enamoro más de él. Mierda no somos perfectos pero nos queremos. Se que quiero seguir con el, quiero ser parte de él.
Hablamos de que queremos casarnos, él y yo. Le hable de como vi en una película que el chico le daba de anillo una cuerda de guitarra. Prometimos un anillo. No quiero pasar a la historia de Marín como un recuerdo, No quiero ser algo que estuvo ahí, quiero dejar mi marca, quiero pertenecer a él. Quiero seguir con el. Lo amo.
Cuando la noche estaba por asomarse, pasamos por un parque, comenzó a lloviznar, bajo la luz naranja de un poste me robó un beso. No fue cualquier beso, fue uno de verdad, estaba cargado de amor, de intensidad, sus labios se movían al compás de los míos, pongo mis brazos al rededor de su cuello, él pone sus manos en mi cintura. Nos miramos a los ojos, vimos nuestras almas. Seguimos besándonos, era uno de esos besos que te regalan la libertad, de esos que te transportan a otro universo. Fue un beso largo, el tiempo se detuvo, el mundo que conocemos desapareció. Solo éramos él y yo. Al mirarlo a los ojos supe que deseaba su mirar toda mi vida. Imaginaba estar con el todo el tiempo, adoptando una niña, casándonos, lo quería hasta el final de mi vida.
Nos abrazamos, él comienza a llorar de manera discreta. Suspira en mi cuello, solo lo abrazo más fuerte, no quiero preguntarle a qué se deben sus lágrimas, tan solo le demostré mi amor. Nos dimos más besos, nos tomamos de la mano. Muchas cosas más que él y yo sabemos. Supe que sería la última vez que estaríamos juntos. Siempre lo recordaré de esta manera.