Capítulo 21

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Josué
No hay nada más absurdo que una persona enamorada y aun más absurdo alguien que le rompieron el corazón,  ámenos (Claro esta) que el enamorado y el destrozado sea uno mismo . la tragedia ajena algunas veces nos parece aburrida, estúpida y sin gracia, pero cuando nosotros estamos en aquella situación,  todo cambia. El amor trágico parece tan tonto, tan insignificante, tan estúpido, cuando uno no es quien lo vive. Antes de Marín yo observaba a mis amigas enamoradas,  Eran demasiado tontas e irritantes, con su actitud sumisa, tomando todo a pecho, llorando, riendo, Hasta que un día fui yo el que era demasiado tonto e irritante.  ¿Eso es el amor? Tomar el riesgo de salir lastimado ¿Esa es su finalidad? No solo hablo del amor en pareja, hablo del amor en general. Cuando termina aquella conexión,  todo se derrumba, todo se quiebra. Cuando una amistad nos falla, cuando termina una relación,  el rechazo de nuestros padres, fallar en lo que amas hacer.

Marín

Antes de Josué

No dejo de pensar en aquel beso. Sus manos junto a mis mejillas, sus labios unidos con los Mios,  esa nueva sensación en la entrepierna.  Mael no deja de aparecer en mi cabeza. Después del beso, se separo de mi y salio de la cocina, después de eso no volvió a dirigirme su atención.  Me confunde, Me atrae, Me fascina.

Al día siguiente de la fiesta comienzo a analizar todo lo ocurrido. Andy entra en mis pensamientos, le fallé,  Mi curiosidad pudo más que mi amor por ella.  Intento sentieme arrepentido, no puedo, Tal vez solo me siento un poco culpable,  pero no arrepentido.  Todo este asunto gira en mi cabeza,  resulta una meda estresante y frustrante,  Amo a Andy, Pero aquella sensación que Mael despertó en mi es más emocionante.  Maldita sea la hora en la que Mael comenzó a hablarme, sin todo esto mi vida seguiría su curso con normalidad, mi dos grupos de amigos, mi novia,  buenos resultados académicos,  nada de confusión al hablar de mi orientación sexual. 

Decido salir de mi casa,  Caminar por las calles,  relajarme un poco ante todo esto. Mi realidad cambia y yo junto a ella, resulta complicado mantenerme en esto. En mi camino se cruza un parqué,  me siento en una de las bancas públicas y dejo que el día transcurra de manera ligera,  necesito liberar mi mente de besos y engaños.  Me pierdo en mi interior,  existen tantos pensamientos corriendo a su vez en mi vida que no puedo con tantos.

—Qué sorpresa encontrarte por aquí,  Marín.

Me quedo en Shock,  Esa voz divaga por mi menté,  me hace vibrar. Toda frustración desaparece y mi mundo comienza a direccionarse en torno a el.

—Mael.

Es lo único que logro pronunciar; Su nombré,  el cual resulta satisfactorio al paladar pronunciarlo.

Sonríe. Esa típica sonrisa de chico guapo y autosuficiente,  con ese porte que lo caracteriza.

—Marín.

Se sienta a mi lado. Me quedo petrificado. Puedo sentir el calor que ejerce su cuerpo, su energía. Lo cual logra que todo mi ser de brincos de emoción,  que se revuelva y vuelva a su forma heterogénea.

—Es agradable salir a dar un paseo y encontrarte por aquí, Marín. Resulta agradable para le vista y reconfortante para los recuerdos.

Las palabras fluyen con total naturalidad,  como si lo hubiera ensayado. 

—¿Reconfortante Para los recuerdos?

—Si. El día de ayer mi mente voló y se estimulo con aquel beso. Desde el momento que te vi tuve la necesidad de probar tus labios. 

Me sonrojo. Todo va tan jodidamente rápido,  pero así es la realidad,  casi tan similar como las novelas escritas por adolescentes, En cuanto al tiempo.

—¿Si?

—Si. Nadie sabe mi sexualidad,  arriesgarme para besarte ¿No es prueba de ello?.

Trago saliva. Mi mente no puede formular nada más. Yo si sabia algo de su sexualidad,  Andy es amiga de Josué y por lo que tengo entendido,  ellos tuvieron algo que ver.  Así es otra parte de la realidad,  tu crees que nadie sabe nada de ti pero en realidad se saben muchas cosas, es como una red secreta de información que todos saben menos el dueño de la propia realidad.

—Supongo que si.

—¿Solo supones?

—Si, no se que tan verdadero sea todo lo que dices.

—Confía en mí.

Marin
Tiempo después,  recordando aquél momento junto a Mael.

Mi error fue confiar en el. Una y otra vez,  Confiar. Una palabra tan simple que conlleva una gran responsabilidad, la confianza es un punto importante en cualquier relación ya sea de amistad o noviazgo,  con Mael perdí la confianza,  en mi, en las personas. Fueron tantas cosas las que el hizo que resulta dificil volver a confiar en alguien.

Josué.

Un receso más con Marín,  me encanta verlo hablar, es muy lindo verlo reir,  aquella sonría oceanica,  su voz madura.  Marín puede ser tan lejano y tan intimo Como puede ser tan frío como tan romántico.  Me encantaría tener más aquella versión romántica de el, aunque no me molesta el no tenerla, Me gusta el, así tal cual es,  con sus cálidos y sus oscuros.  Mirarlo me genera aquella sensación de tener que protegerlo. Se por todo lo que pasó y no quiero que vuelva a sufrir,  no me gustaría verlo mal por mi culpa.

Se encuentra a mi lado, mi hombro junto al suyo, recargo mi cabeza sobre su hombro. Aspiro su perfume,  sonrió. Su olor me hace sentir seguro, me tranquiliza,  aspirar su aroma de forma accidental o voluntaria me hace pertener,  cuando su aroma aparece en mi olfato,  siento que no necesito a nadie más,  con el siento que tengo todo. Sentir su olor en mi olfato me hace creer en el amor verdadero.

—¿Qué es lo que más te gusta en esta vida? — Pregunto y aspiro.

—Mmmm...

—¿Mmmm...?

—Es una pregunta complicada. Hay tantas cosas.

—Una de ellas.

—Comer.

Lo miro con falsa molestia.

—Algo más Profundo.

—Dormir.

Volteo los ojos.

—Ya. Algo serió.

—Dormir es profundo, relajante y serio.

—Ya lo creo.

Cruzo loa brazos.  Miro el cielo.

—¿Quieres saber que me gusta en esta vida?

—Si.

—Estar contigo.

Del amor y otras desgracias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora