-Flipo tan fuerte con vosotros que creo que este año no voy a ver los MTV Music Awards- Aaron levantó una ceja así con ese gesto tan suyo. Sonaban The Kooks de fondo y olía a pizza de queso por toda la casa.
-¿Te vas a perder la última de Miley?- sonreí, irónica- Es un cliché tan gay que vas a pasar a otro nivel. Nivel Escuela de Peluquería.
-Tía, me duele lo homófoba que eres. ¿Y el pavo ese, volvió?- preguntó Aaron. Dios, cómo le gustaban los chismes.
-Creo que no. Creo que una de mis hermanas salió con él…- Vini sacudió la cabeza, como pensando.- Bueno, mis hermanas han salido con toda la ciudad así que es probable.
-Joder, ¿qué lleva esto?- Spencer no paraba de comer. Parecía que le venía bien. Era viernes por la tarde y Caleb estaba en el bar, así que había llamado a los chicos. Necesitaba desesperadamente desconectar el cerebro, beber cerveza y a lo mejor quemar alguna cosa. Vini había traído pizza de a saber, pero el caso era que estaba deliciosa.
-No preguntes…- él dio otro mordisco a la de peperoni.- No, en serio. No preguntes que mierda lleva porque te va a dar un bajón muy grande. Solo come.
-Flipo con vosotros, qué maravilla. Sois lo más cani de lo cani. Esto no podría terminar de otra manera.
-¿De qué manera ha terminado?- di otro trago a la cerveza. Las aspas del ventilador daban vueltas y la brisa era reconfortante. No quería ni imaginar cómo debía ser aquello en el mes de agosto. Me ponía mala solo de pensarlo.
-¿No salís juntos?
-Más quisiera esta- gruñó Vini- que porque hayamos follado un par de veces tampoco te creas tú…
-Por favor, qué ofendida me siento- sonreí, sacándole la lengua.- Además es que estaba deseando un novio como tú. Eso y salir en Teen Mom, a la par.
-Ojalá si- Aaron soltó una carcajada- sería una maravilla. A lo malo malo podemos apuntarte a cita con mamá.
-¡Seguro!- y del ataque de risa casi se me sale la cerveza por la nariz y todas esas cosas verdaderamente asquerosas.- Seguro que de ver a Caleb nadie huiría.
-A lo mejor le dan su propio programa…- sonrió Aaron con malicia.
-¿Sabes a quien se está haciendo?- pregunto, súper emocionada.- Bueno, no sé si follan. Aquí desde luego no. Pero imagino que lo harán, si no, ¿de qué?
-¿Sabes que tu hermano se ha hecho a medio barrio? No es una novedad- Spencer se echó hacia atrás. Debía estar lleno. Joder había comido un montón. Era como un pozo sin fondo.- ¿Tenéis que ser así de cotillas?¿Qué más os da?
-En realidad fue cuando Elisabeth le dejó cuando se hizo a medio barro- meditó Aaron.- Estuvo muy jodido entonces, eh. Bebía un montón y estuvo sin trabajo y así. Fue hace unos años. Desde entonces tampoco te creas tú que…
-¿Qué pasó con ella?- quise saber. Si que había pensado mucho en ello, pero no me atrevía a preguntarle a nadie. Las pocas veces que lo había mencionado me había dado la sensación de que no era buena idea.
-Tu hermano se desvivía por ella. Vivieron juntos como… cinco años o así. Luego ella le dejó por un pavo con pasta.
-Qué hija de puta…- mascullé. Siempre me había dado muy igual eso de las relaciones. De hecho, pensaba que era más normal que se acabaran a que no lo hicieran y no me parecía un drama. Cosas de la vida, ni más ni menos. Pero, de golpe, que dejaran a mi hermano no me parecía tan bien.
-Lo dejó hecho polvo… Pero así son las cosas. O sea, ahora está bien, ¿no?- preguntó Aaron, abriendo otra cerveza.- En fin, que a quien se hace.

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Junk of the heart
Teen FictionA April le va un poco regular. Tras recibir una paliza por parte de unos camellos que buscaban a su madre los servicios sociales le dan dos opciones: o esperar a cumplir los 18 en una casa de acogida o volver con su hermano Caleb, al que lleva casi...